______NARRAS TÚ______ -Justin, hoy, mientras estaba en internet, vi algo de MY WORLD TOUR, ¿qué es eso? -fruncí el ceño, tenía curiosidad. ''Gotta change my answering machine, now that I'm alone, Cuz right now it says that we. Can't come to the phone, and I know it makes no sense, cuz you walked out the door, but it's the only way I hear your voice anymore'' Empezó a sonar el móvil de Justin, lo miré, estaba nervioso, agaché mi mirada. ''Selena'' Suspiré de nuevo, él suspiró también, tragó saliva y respondió con un: -No puedo hablar ahora-dijo y colgó. Volvió a suspirar. -Justin – dije mirándolo con tono de preocupación- no debes hacer eso. -Princesa, no debo de hacer tantas cosas...-dijo, me miró, volvió a suspirar, cambió de marchas y viró su vista a la carretera. No le contesté, no quería estropear el momento, miré a la carretera, la noche hoy se veía realmente preciosa, las estrellas brillaban más que nunca, de repente la luz de un coche destalló sobre mis ojos, los cerré instintivamente y su imagen se vino a mi mente, de nuevo él, mi padre. ____FLASHBACK____ -Mi niña, algún día, cuando te hagas mayor y encuentres a tu príncipe te regalaré el más bonito de los trajes, tendrás el más bonito de los castillos y serás las niña más feliz del mundo. ______FIN DEL FLASHBACK_____ Aún sigo esperando que vuelva a entrar por las puertas de mi casa, aún sigo esperando el beso de buenas noches, aún sigo esperando que me haga sentir bien como lo hacía de costumbre, como me abrazaba y como me hacía reír con sus tonterías. -Estamos llegando princesa-dijo poniendo su mano sobre la mía, que recaía sobre el asiento, se aferró a mi mano y la apretó fuertemente. -Aún me sigo haciendo la misma pregunta.-dije mirando por la ventanilla del coche.- ¿Por qué yo? ¿por qué? -Algún día tendrás la respuesta, ahora, cierra los ojos.-dijo mientras sacaba las llaves del coche y rió. -Está bien, pero ten cuidado con lo que haces-carcajeé.-Bajó del coche y cerró la puerta, dio la vuelta y abrió la mía, bajé con cuidado, no tenía ni idea de donde estaba, había árboles y una carretera solitaria, tenía algo de frío y empezaba a darme miedo. Me puse de pie, el no paraba de observarme, miré varias veces a mi alrededor, el observó mi cara y carcajeó. -No va a pasar nada, donde vamos queda cerca.-Me estiré el vestido, me acomodé, volví a mirar a Justin y sonreí. Se acercó a mi y besó mi frente. Se quitó la chaqueta y me la puso por los hombros. -Tardaremos 3 minutos, no es mucho, toma, para que no tengas frío. -No sé si recuerdas, pero contigo iría al fin del mundo.-no sabía porque había dicho eso, tal vez podía haber sonado algo 'cursi' pero realmente pensaba así- y no seas tonto, no hace falta que me des tu chaqueta, te enfermarás. -Shh- se limitó a decir, rodeó mi cintura con su brazo y empezamos a caminar. -¿Dónde encontraste esto? ¿Cómo conoces tantos sitios escondidos? - el carcajeó de nuevo. -Bueno, digamos que el abuelo y yo de pequeños nos gustaba investigar, solíamos venir aquí a cantar y a hacer travesuras de las nuestras.-yo reí, el rió, volví a reír, volvió a reír. -Eres idiota-dije yo, tocando su pelo. -¿Qué me has dicho?-dijo poniendo una sonrisa pícara mientras me miraba. -Idiota- concluí y reí de nuevo. -Tu lo has querido-dijo riendo mientras dio un paso hacia atrás, hizo un gesto raro y no sé como ni porqué ahora estaba justo arriba de sus hombros, pegando puñetazos en su hombro, riendo y dando pequeñas patadas para que me soltase. Pero ni caso, me ignoraba y caminaba, yo en cambio seguí haciendo fuerza, riendo y gritando. Después de unos minutos caminando por aquel oscuro lugar, escuchando el 'crash' de las hojas secas que Justin pisaba dejé de gritar, por un momento el miedo me invadió, y un escalofrío rodeó mi cuerpo. -Justin- dije en un pequeño hilo de voz- tengo miedo.- él volvió a reír.- ¿Me puedes bajar ya de aquí arriba? -¿Miedo? No te va a pasar nada, estás con el macho alfa.-estallé en carcajadas, al igual que él. -Bájame de aquí, me duele la barriga-dije entre carcajadas. Me bajó mientras no paraba de reír. -Así que tú-dije señalándole- eres el macho alfa-dije mientras volví a soltar una carcajada. -Tu lo has dicho nena-dijo guiñándome un ojo, mientras agarraba el dedo con el que le había señalado, tirando de él, haciendo que me encontrase a tan solo 1 centímetro de él.- Sigo pensando que cada día que pasa estás más increíble.-me susurró en el oído, yo cerré los ojos por un momento y de nuevo un escalofrío recorrió mi cuerpo. -Y yo sigo pensando que cada día estás mas sexy- dije susurrándole esta vez yo en el oído, mientras reía silenciosamente. -Pues cuando quieras princesa, date la vuelta y me verás más sexy aún.- no entendía a que se refería, el rió al ver el gesto que hice con la cara, asintió con la cabeza y señaló algo a mi espalda mientras me daba un cálido beso en la mejilla. Pestañeé un par de veces, giré mi vista lentamente, como si se tratase de una película que transcurre a cámara lenta, como cuando alzas un globo al aire y sube tranquilo, sin prisas. Noté su mano en mi cintura, rodeándola con sus brazos, alcé la vista y me di cuenta de que no merecía esto, de que esto era un sueño del que jamás quería despertar, pero esto es mi realidad, esta es mi felicidad, él es mi felicidad. ¿Nunca habéis oído hablar de los cuentos de hadas? En estos momentos, estoy en uno, porque esto no es real, mi vida no es real. Me encuentro en un lago precioso, con velas que lo rodean, haciendo que cada lucecita destelle en el agua e iluminen mis ojos, junto a el lago una mesa con una vela y una rosa, ¿algo mágico verdad? ¿nunca habéis soñado con esto? ¿nunca habéis soñado con la persona perfecta en el momento perfecto? Justin, es de esas personas que todo el mundo desea tener a su lado, es de esas personas que todas las niñas soñamos de pequeñas, pero todas creemos que no existen, todas las niñas pensamos que los príncipes solo están en los cuentos de hadas; y nos equivocamos porque, un príncipe es toda aquella persona que te haga sentir una princesa cuando estás a su lado, un príncipe es aquella personas que te haga sonreír con tan solo una mirada. Analizo todo lentamente, cierro mis ojos; me doy la vuelta y lo abrazo rápidamente, cien millones de sensaciones acaban de invadir todo mi cuerpo. ________NARRA JUSTIN________ No quiero, me niego, ¿qué haré cuando me sienta realmente mal y necesite sus abrazos? ¿Qué haré cuando necesite sus besos y sus sonrisas? ¿Qué haré para poder sonreír sin falsedad? -Te amo-susurra en mi oído, su voz choca con mi oreja y de nuevo un escalofrío recorre cada vena de mi cuerpo. -¿Te gusta?- le digo algo ilusionado. -¿Hablas enserio?-me dice haciendo una mueca rara con los labios, elevando una ceja y tirando de mi camisa acercándome a ella de nuevo para robarme un besito húmedo en los labios.- eres increíble Biebs.-dijo con un tono ¿sensual? -Tú eres increíble-dije escupiendo el tú, dándole un besito en la nariz, acariciando su mejilla. Ella sonrió y volvió a darme la espalda, volvió a observar cada detalle del lago, los chicos habían echo un gran trabajo, esto había quedado precioso. -¿Has preparado todo esto solo para mi?-dijo volviendo a mirarme. -Para ti princesa-dije poniendo mis brazos sobre sus caderas. -Te odio, te odio mucho-dijo aferrándose en mi cuello, mientras me miraba a los ojos. -Yo también te odio-dije dándole un beso en la comisura de sus labios. -Cuando haces eso, me pones nerviosa-dijo soltando una risa nerviosa. Volví a besarla en la comisura de los labios. -Te dije que no lo volvieras a hacer-volvió a carcajear. Lo volví a hacer. -Justin, no hagas eso-dijo carcajeando. Hice caso omiso, le volví a besar en la comisura. Se tensó. -¡Bieber!-rió. Volví a acercarme a ella, pero esta vez la besé, volví a sentir sus labios, a saborearlos, mordió mi labio superior ¿qué pretendía? Porque si está intentando hacer que todo esto sea más difícil lo está consiguiendo, cada minuto que paso a su lado será una eternidad para recuperarlo dentro de dos días. Este beso, serán de los últimos besos que pueda disfrutar de ella, de la única persona que sabe hacerme sentir bien, de la persona a la que amo, de ella, de __(TN)__ Ella sonrió en mis labios y soltó un 'arghs', yo reí también y volví a agarrar sus labios, volviendo a unirlos. Acaricié su espalda, y ella me atrajo más a un a ella, jugó con mi lengua unos segundos para luego, dejar caer mis labios. -¿Quieres cenar princesa?-dije acariciando su mejilla, mientras la miraba a los ojos, mientras me volvía a enredar en su mirada. -Como prefieras príncipe.-reí di un paso y tiré de su mano. Le acomodé la silla para que se pudiera sentar y cuando se sentó la besé en la frente, caminé a mi sitio y me senté. La vela iluminaba sus ojos con un color especial, realmente era increíble, era preciosa. Durante unos segundos no paramos de observarnos. -Justin, ¿no te ha dado la sensación de estar en un cuento de hadas? -Princesa, siempre que estoy contigo estoy en un cuento de hadas.-ella suspiró y desenrolló una servilleta de tela que había justo arriba del plato, la apoyó en sus piernas y sonrió instintivamente. -Siempre quise a un príncipe en mi vida, pero lamentablemente la vida me arrebató todas las ilusiones que de pequeña había juntado, hasta que llegaste tú. -Eres fuerte. -Lo soy gracias a las veces que caí. -Eso es lo importante. -Te quiero. -Te amo. (….....................................) Todo iba perfecto, estamos tumbados sobre una manta que está justo arriba del césped, mirando a las estrellas, como solía hacer con el abuelo, desde que terminamos de cenar no hemos cruzado palabra ¿el por qué? No lo sé, pero sé que con su mirada me bastó para saber todo lo que nos queríamos decir, dentro de unas horas no la tendré a mi lado y todo será mas difícil, nadie se puede hacer una idea de lo mucho que duele, pero sé que ella luchará y estará mejor sin mi. Este es el lado oscuro de la vida de 'Justin Bieber', es asqueroso no permanecer junto a la persona que te hace feliz por las diferencias sociales, por el miedo y por el daño que le puedas causar por ser tú. Porque cuando eres 'famoso' una persona va por ti, persiguiendo tus fallos, intentando hacer que te rindas y caigas, haciendo que intentes abandonar el juego en el que tú eres el jugador. Personas que te hacen daño, causando daño a la persona más importante para ti. Ella estaba acariciando mi barriga, mientras miraba al cielo y se dejaba de caer en mi pecho, la besé en la frente. -No quiero que te vayas nunca.- Creo que algo no va bien dentro de mi, he notado un gran pinchacito en el lado izquierdo de mi pecho, ahora va más ligero, más aún, más. Puedo notar como el gesto de mi cara cambia, y la sonrisa va desapareciendo poco a poco, intento que no me vea, intento parecer más fuerte y le sonrío, me incorporo un poco y le beso en la mejilla. -No está mal empezar con un para siempre, pero los para siempre en la vida, se olvidan, se pisotean y se malgastan. Las palabras se las lleva el viento y los hechos se quedan grabados aquí-dije señalando mi corazón, mientras tragaba saliva- Por eso, yo prefiero decirte que 'siempre te recordaré'. El amor se siente, no se dice ni se grita, recuerdalo princesa. -¿Me haces un favor?-dijo ella, no veía el gesto de su cara, había mirado de nuevo al lago.- No vuelvas a decir esas palabras, cada vez que hablas es para dejarme la mente en blanco, para llevarte todo mi abecedario y no traerlo más, para dejarme sin voz y para dejarme sin cerebro, si te vas, te llevas esto-dijo ahora ella señalando su corazón y de nuevo el mío empezó a ir rápido- así, que prefiero que te lo quedes tú, así, si algún día te vas, no sufrir tanto. Yo ahora, me había quedado sin palabras, ella se levantó y me extendió la mano en señal de que me levantase, me levanté y me acomodé la ropa. Ella caminó en dirección al lago, justo antes de llegar a la orilla desabrochó su vestido y este calló al suelo dejando al descubierto todo su cuerpo, no sabía que pretendía pero me había dejado sin palabras, estaba de espaldas, giró la vista y me miró con una sonrisa. Poco a poco fue introduciéndose en el agua, con un movimiento demasiado prohibido, sus caderas se movían al compás, lástima que no le veía nada, llevaba un pequeño sostén sujetado por delante y unas braguitas un tanto ''sexys''. Me mordí el labio y la volví a mirar, la luna rompía su luz en el agua, haciendo que el pelo de __(TN)__brillara más, se introdujo entera, ahora, cada parte de su cuerpo estaba mojado, sonrió al verme, estaba embobado mirándola. -¿A qué esperas, no te piensas meter?- dijo y rió mientras volvía a echarse agua en la cara. -Allá va tu macho alfa- escuché como carcajeaba mientras jugaba con el agua. Me quité los botones de la camisa, desabroché también el pantalón y los deje caer, quité la camisa entera y corrí al agua. Y justo cuando metí el primer pie, una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo y una frase vino a mi cabeza. ''Justin, cuando esta noche de a su fin, todo habrá acabado''
Nunca dejes de luchar, sé fuerte, cuando caigas levántate y plántale cara al mundo, la vida es un camino de piedras y acabas de tropezar con una, recuerda, cuando sientas que nada tiene sentido, cuando sientas que todas tus ilusiones y sueños se han esfumado, mira al frente, ahí estaré yo, para ofrecerte mi mano, para no dejarte caer nunca más.♥
viernes, 25 de noviembre de 2011
Novela ·NEVER GIVE UP· Capitulo 23.
Novela ·NEVER GIVE UP· Capitulo 22.
Capitulo 22 Cerró la puerta con un pequeño portazo, tragué saliva, mi corazón iba muy rápido, más de lo común, cerré los ojos y suspiré de nuevo, caminé hacia el ropero y ensayando una falsa sonrisa, abrí la puert; allí estaba, tan linda como siempre, sentada en suelo de este, con una pequeña sonrisa, dejando caer su cabeza en sus manos. Yo le sonreí, me tendió la mano en señal de que la ayudase a levantar. -¿A qué se refería Selena con lo de tener las cosas preparadas?- dijo ella levantando una ceja. PUM, algo dentro de mí no iba bien, esta situación me estaba matando, me sentía realmente mal. -Nada, ya sabes, cosas de trabajo.-dije y la abracé, así, sin motivo alguno, simplemente porque lo necesitaba, necesitaba abrazarla ahora y siempre, saber que esto no lo haría dentro de unos días hacía que mi cuerpo se destrozara en pedacitos. -Te amo príncipe- CLIC, otra vez esa asquerosa sensación. -Yo más princesa. -¡Justin!- dijo ella alzando la voz un poco. -¿Qué?-dije con los ojos muy abiertos. -¿Qué hora es? Toqué mi bolsillo y me percaté de la presencia de mi móvil, lo saqué y miré la hora. -Las 2 y 24 minutos princesa. -¡Dios!-dijo separándose, llevándose las manos a la cabeza mientras soltaba una leve carcajada- me van a matar, luego te veo príncipe- dijo y me dio un pequeño besito en los labios. Corrió, cerró la puerta y se esfumó, como las estrellas fugaces lo hacen. Me quedé anonado observando la puerta, mientras el ruido del portazo retumbaba en mi oído. Me refregué los ojos, me desperecé un poco y me volví a tirar sobre la cama. Estoy tirado en la cama, pensando en mi vida, mis razones y derivados, y en este justo momento solo quiero gritar, para que todo el mundo se entere de lo mucho que duele, para que todo el mundo entienda que mi vida no es fácil. Estoy sintiendo como poco a poco está desapareciendo, los minutos pasan y con ello, ella también se aleja, poco a poco, se aleja su sonrisa, sus abrazos, sus besos, poco a poco se alegra su voz, ella, y ya, no hay vuelta atrás, esta noche marcará un antes y un después. Cuando tienes algo de tiempo para poder poner en orden en tu vida, aparece ella, para deshacer todo lo que tenías planeado, todo lo que un día quería que ocurriese, pero, no te paras a pensar la magia que le da a tus días, no te paras a pensar que sucederá mañana, no te paras a pensar que cada segundo que pasa, es un segundo junto a ella, y un segundo sin ella, porque quizás mañana, ya, no la tenga a mi lado. Y cuando te das cuenta que ya no hay salida, que tu vida es así, que el mundo es así, que lo que tú creaste se está volviendo contra ti solo tienes ganas de volver al pasado, de volver a sentirla, de volver a sonreirle y decirle que todo está bien. Pero eso es imposible, es imposible volver a decirle que todo está bien, estaría mintiendo, estaría haciendole más daño del que le causaré. Con los ojos cerrados tacto buscando mi móvil, me acomodo y me incorporo, son las 6 de la tarde, perfecto, llevo encerrado en la habitación como unas 4 horas, sin ganas de nada. Decido mandarle un mensaje a __(TN)__. ''Princesa, a las 9 paso a por ti, te amo'' Lo mandé, me levanté sin ganas, y caminé hacia el armario, saqué mi maleta y empecé a meter en ella todo lo que había traído. _____NARRAS TÚ_____ Había quedado con Karol, hacía mucho tiempo que no hablabamos, yo apenas tenía tiempo y ella estaba igual, esta tarde habíamos quedado y así podía a ayudarme a prepararme. Mientras leía artículos sobre Justin en el ordenador, uno de color morado en grande me llamó la atención, Gira MY WORLD TOUR, iba a leerlo, pero mi móvil empezó a sonar. -''Princesa, a las 9 paso a por ti, te amo''- sonreí instintivamente. -''Estaré preparada príncipe, te amo''-enviar. Volví a dejar el móvil sobre la mesa, me dispuse a coger el ordenador a leer aquel artículo cuando llamaron al timbre. Era Karol, tan sonriente como de costumbre, a los segundos de abrir la puerta se abalanzó sobre mí, abrazandome fuertemente. Le conté todo lo que me pasó con Justin. -No tia, haber, un momento, Justin, Justin Bieber, tú, él.- me miró con los ojos muy abiertos- pero haber, Justin Drew, si, tu, él. ¿Qué broma es esta __(TN)__?- Seguía sin pestañear- -No, no es una broma, ¿por qué lo sería?-dije algo ''molesta''. -Ey cielo, no te lo tomes a mal, pero es algo difícil de creer. -Si claro, ¿por qué yo sea una simple limpiadora no se puede enamorar de mi? -__(TN)__, es Justin, Justin Bieber, tiene millones de niñas a sus espaldas. -Eso mismo dije yo, pero lo nuestro es real. -Estás ciega-empezó a reir. -¡No estoy ciega!- dije riendo también.- ¿sabes?-dije mordiendo mi labio inferior, riendo- Esta noche, va a venir a buscarme y me dijo que me pusiera preciosa-dije jugando con la cremallera de mi sudadera, algo nerviosa.-¿Por qué no contestas? -Joder __(TN)__, esto no es fácil de asimilar ¿sabes?-dijo riendo- mi mejor amiga tiene un ''royo'' o como lo quieras llamar con Justin Bieber -dijo resaltando las ultimas dos palabras- ¡y no me lo ha dicho! ¿Pretendes que esté tranquila? ¡Joder! ¡No puedo!- dijo riendo. -Calla tonta, me pones nerviosa.-dije tirándole un cojín a la cara. -¡Ey!-dijo tirándomelo a mi.- ¿Y...besa bien?-dijo riendo pícaramente. -Besa asquerosamente increíble.-dije cogiendo el cojín, tirándome hacia atrás de la cama.- las dos reímos toda la tarde, me sentía muy bien con ella, en poco tiempo se había convertido alguien muy grande para mi, mi mejor amiga, se podría decir. Me contó sus amores y como le iba con todo, comimos tortitas y una vez más la liamos. -Pareces una cerda, ¿pretendes que Bieber te vea así? -Ey, cuidado con las confianzas-dije riendo- Bieber como tu le llamas, es mío-dije señalándola. -Deja de quejarte y ¡báñate!. Voy a tener que hacer una obra de arte para quitarte ese chocolate de las pestañas.-reí y cerré la puerta del baño. Me miré al espejo, era un completo desastre, estaba llena de chocolate por todos lados, reí al verme, me solté la coleta y me quité la ropa. Templé el agua y me sumergí poco a poco en ella, pensando en todo lo que estaba sucediendo últimamente. MY WORLD TOUR, ¿qué será? No sé, pero realmente tenía curiosidad por saberlo. Justin de nuevo se hizo dueño de mi mente, me sentía rara, todo había vuelto a la normalidad, podía decir que era feliz. Mamá también estaba muy contenta, estaba mejorando muchísimo, estoy segura de que alguna persona se había colado en su corazón y todas las flechas apuntaban al doctor, al parecer es muy bueno con ella, la trata muy bien, y eso me encanta, me encanta verla feliz. Los gritos de Karol me despertaron de mi abobamiento. -¡Cochinaaaaaa!-dijo dando golpes en la puerta- solo queda una hora para que tu príncipe te venga a buscar. -¿Enserio?-Abrí mucho los ojos.- ¡Aún no sé que ponerme! -¡Calla y sal ya! ¡las princesas no deben llegar tarde!- rió por lo bajo. -Ya voy cochinita-dije riendo. Me sequé y me cepille el pelo. Me acerqué a la puerta del cuarto, abrí y entré, no eché mucha cuenta, en lo que había sobre la cama, Karol no paraba de reír. -¿Qué sucede?-dije yo frunciendo el ceño. -Mira tu cama.- yo giré mi vista, abrí muchísimo los ojos y la boca, ella reía más, en la cama se encontraba un traje precioso, era negro, largo, con la espalda descubierta, tenía piedras preciosas que caían en el escote hasta la espalda, justo al lado del vestido unos pendientes de color plata, brillantes y precisos, con unos zapatos plateados, precisos, se podría decir que tenía ante mí, el vestido que cualquier mujer podría desear, seguía sin creerlo, ¿de dónde había sacado esto Karol? -Dime que esto no es para mi. -Es para ti-dijo sonriendo.- Lo trajo alguien, con esta tarjeta-dijo entregándome un pequeño sobrecito. Una pequeña lágrima calló sobre mi mejilla, no era de tisteza, todo lo contrario, estaba feliz. ''El vestido más bonito, para la princesa más bonita'' Volví a mirar a Karol, ella me miró sonriendo, mientras asentía. Corrí a ella y la abracé. ______NARRA JUSTIN_______ Le acababa de mandar un vestido precioso a __(TN)__, quiero verla MUY linda esta noche, quiero que sea inolvidable, quiero que me recuerde no como uno más que le rompió el corazón, -una lágrima calló por mi rostro, rápidamente me la limpié,- quiero que me recuerde por los momentos en los que estuvo felices, en los que se sintió bien, quiero que recuerde estos días, como los mejores días de su vida. Soy un egoísta, un egocéntrico, soy un estúpido, un canalla, un idiota pero, quiero que esta noche, la recuerde, quiero que cuando yo no esté para apoyarla, recuerde todos los buenos momentos que pasamos juntos, y que cuando me odie con todas sus fuerzas, cuando me deteste con más fuerzas, me tenga en un pequeño cajoncito de su corazón, tal vez olvidado, pero en su corazón. Tacto el móvil, las 8 y media, me incorporo de la cama, me estiro el traje y camino hacia el cuarto de baño, me lavo la cara y me vuelvo a mirar al espejo, mi cara no es muy alegre, así que esfuerzo una sonrisa, me coloco el pelo y dejo de caer mi chaqueta en el hombro, mientras las sujeto con el dedo índice. Bajo sigilosamente y voy directo al coche, antes de montarme escucho una voz. -¿Dónde vas vestido así?-una corriente de electricidad recorrió todo mi cuerpo, de nuevo, Selena. -¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones de lo que hago con mi vida?-dije mirándola, con rabia. -¿No te das cuenta? Pierdes el tiempo, no la volverás a ver, eres Justin Bieber, ¿qué esperas?- dijo negando con la cabeza. No le contesté, cerré de un portazo la puerta del coche, arranqué y me limité a conducir. Esta vez no conducía yo, conducía mi rabia, la electricidad que había invadido mi cuerpo, estaba nervioso, no tenía las ideas claras, todo esto es, asqueroso. Minutos más tarde llegué a su casa, esperé unos minutos dentro del coche, meditando, estaba muy nervioso, las piernas me temblaban. Respiré hondo, sonreí y bajé del coche, mis pasos marcaban, el principio del final, porque cuando esta noche de a su fin, todo habrá terminado. Llego a la puerta, se oyen risas, con mi dedo aprieto el timbre, mi corazón late fuertemente. -Hola-abre y sonríe una chica mirándome- mi nombre es Karol-dijo algo ¿nerviosa? Yo alcé una ceja, sonreí y me tiré de la chaqueta, me aclaré la garganta y dije. -Hola, yo, yo soy Justin, -reí- ¿está __(TN)__ ahí? Dije tragando saliva. -Querrás decir la princesa __(TN)__ ¿no?-dijo riendo. -Exacto-dije sonriendo. -No le queda nada, ya baja, entra, no te quedes ahí-dijo riendo. Ella subió, empecé a jugar con mis manos, más tarde con el pañuelo del traje, se escucharon risas, olía a ella, eché el último vistazo a la casa cuando me percaté de que estaba bajando por las escaleras, levanté mi mirada, estaba preciosa, realmente preciosa, yo abrí muchos los ojos y no paraba de mirarla, me levanté de mi sitio y me acerqué un poco más, parecía una princesa, era mi princesa, y aún no podía creer que este era el último día para los dos, no quería estropearlo, no se lo iba a decir, tenía un recogido precioso, los pendientes le favorecían muchísimo, el vestido, le hacía un cuerpo precioso, curvoso y llamativo, los zapatos de tacón la hacían más alta y atractiva, no es ella, me niego a perderla, no quiero, pestañeé dos veces, le sonreí y con un pequeño nudo en la garganta dije: -Es...estás, estás preciosa princesa. -Tu también principe, pero no tenías que haberme traído nada.-se sonrojó, hacía tiempo que no la veía así, tan ¿contenta? No lo sé, pero sé que esto me lo va a hacer todo muchísimo más difícil. Ella caminó hacia la puerta moviendo sus caderas, yo seguía mirándola, me acerqué, tiré de su mano y le levanté el mentón, ella rió, me causó gracia y también me reí, le robé un pequeño besito. -Prometeme , que pase lo que pase, siempre sonreirás de la misma manera en la que lo haces ahora.-dije yo, mirándola a los ojos. -Solo, si estás a mi lado.-PUM, en un segundo sentí todo caerse justo arriba de mi. Me acerqué a sus labio y la besé, agarré su mano y caminamos hacia el coche, le abrí la puerta y esperé a que se acomodara, yo volví a mi asiento y me senté. -Princesa, hoy estás realmente, increíble. -Esto es gracias a tí.-dijo, me miró y sonrió. Cada segundo que pasaba estaba más seguro de que esto iba a ser un gran golpe, una gran caída, esto iba a marcarnos. La miré y le sonreí. -Justin, hoy, mientras estaba en internet, vi algo de MY WORLD TOUR, ¿qué es eso?-dijo ella, mientras fruncía el ceño y me miraba atónita. Yo me quedé en blanco, no sabía que responder, acaba de volver a tropezar, mi corazón ahora, iba muchísimo más rápido, todo, se había vuelto en mi contra.
Novela ·NEVER GIVE UP· Capitulo 21.
Capitulo 21: _______NARRA JUSTIN______ Todo es perfecto, estamos justo en el borde del lago, estoy apoyado sobre sus piernas y ella me acaricia el pelo suavemente, acabo de exhalar uno de esos suspiros que dicen mucho, uno de esos que dicen que te sientes bien, un suspiro que expulsa todas tus malas energías para convertirlas en buenas, ella, en cambio sonríe mirándome mientras lo hago, le devuelvo la sonrisa, me incorporo lentamente y le beso en la mejilla. Ella vuelve a sonreír, se levanta sin decir nada y camina hacia el lago, introduce sus pies en él, suelta un 'Argsh' por la temperatura del lago y se sienta en el borde, mirando las miles de gotas que caen por la cascada. Yo la observo detenidamente, su pelo, su nariz, sus ojos, su boca, su cuerpo, ella, ella. Se ve tan débil, tan frágil, pero sé que es fuerte, ha podido con lo que cualquier ser humano no podría, ha podido con lo imposible y ha luchado con lo inluchable. -¿Me querrás hasta el fin de mi vida?-grité yo, sonriendo, ella volteó y me miró. -No, -dijo negando,elevando la voz, mientras sonreía- te querré hasta el final de la mía. Los días han pasado, me atrevería a decir que han pasado semanas, todo sigue igual, (TN) es la niña más imperfecta que puede existir, ¿pero sabéis que? La amo así, con cada uno de sus defectos, y he aprendido algo, que amas a una persona cuando sabes mirar más allá de sus defectos, cuando sabes mirar más allá de una lágrima de preocupación, amar es saber mirar mas allá, es saber ver lo invisible. Bajo las escaleras y sonrío, me dirijo a la cocina, abro el frigorífico en busca de algún refresco, zumo de naranja, no hay nada mejor para empezar el día. Mi móvil empieza ha vibrar, no muy buena señal, algo me dice que esta llamada cambiará las cosas, de nuevo (TN) se me viene a la mente, dudo en cogerlo o no, dejo el zumo en la mesa y rebusco entre mi bolsillo. ''Mamá''- Coger. -¡Justin! Por fin te dignas a hablar con tu madre- dice ella con un tono bastante comprometedor. -Mamá, lo siento, he estado algo... algo ocupado-dije tocando mi pelo. -Justin, ¿has preparado las cosas? -¿Qué cosas?-dije esta vez yo, mientras mi corazón poco a poco iba acelerando. -¡Justin! ¿Cómo que qué cosas? ¡DENTRO DE DOS DÍAS EMPIEZAS LA GIRA MUNDIAL!- dijo alzando la voz por el otro lado del teléfono. En ese momento, solo se me vino a la mente una persona, ella, la razón de todos mis olvidos. _____FLASHBACK____ -Tranquila princesa, no volverá a pasar nada más-dijo abrazándome- yo estaré a tu lado siempre, ¿me escuchas? Siempre. _____FIN DEL FLASHBACK____ -Pero...-fue la única palabra que podía pronunciar, mi mente totalmente estaba en blanco, ella se había apoderado de todos mis pensamientos, mamá me estaba hablando por la otra línea del teléfono, no la estaba escuchando, en estos momentos querría dejar todo de lado e irme junto a ella; correr agarrados de la mano, alejarme de todo, donde nadie me pueda encontrar. -¡JUSTIN!- volvió a gritar mamá. -Sí mamá, estaré preparado, adiós, te quiero.-me limité a decir, le colgué, en estos momentos no tenía ganas de nada, apagué el móvil y volví a subir las escaleras, la impotencia me recorría cada parte de mi cuerpo, el miedo me encerraba una vez más, tenía miedo de perderla, de perder todo lo que un día logré construir. Por unos momentos quería desconectar del mundo, quería descargar todas las malas energías y todas las malas sensaciones que estaban recorriendo mi cuerpo. Intento gritar, pero un gran nudo en la garganta me lo impide, mis ojos no tardan en brillar, los noto húmedos, y de ellos van saliendo lágrimas. La rabia me invade, entro en la habitación y doy un gran portazo, solo me tiro la cama y me limito a llorar, como cuando era pequeño y tenía miedo. Como cuando era pequeño y papá solo venía a verme para discutir con mamá. Mientras lloro, los minutos pasan, decido levantarme y limpiarme las lágrimas, Justin, ¿qué esperabas? Me dije a mi mismo. Caminé hacia el ropero y saqué mi guitarra, aquella amiga que nunca me abandonaba en los momentos que más lo necesitaba, me senté en la silla, al lado de la ventana, aclaré mi voz y me dejé llevar. - Dicen que el odio se ha instalado, y que ya no podremos hablar de amor, antes de que me prohíban tus besos, dame el último abrazo. He estado persiguiendo un sueño que no quieren que se haga realidad pero cuando tomas mi mano entonces entiendo que esto está destinado a ser real. Porque cariño, cuando estás conmigo es como si llegara un ángel y me llevara al cielo, (como si me llevaras al cielo, cariño) porque cuando me miro en tus ojos o puedo estar mejor (no quiero que te vayas, oh no, de ninguna manera). Deja que vuele la música haremos nuestro baile, trae aquí a los incrédulos, a ellos no les importa en absoluto porque esta vida es demasiado larga y este amor demasiado fuerte, así que cariño, ten la seguridad de que nunca dejaré que te vayas. Tengo a mi chica favorita no siento ningún dolor, ningún miedo (ningún temor, ningún miedo) nada me preocupa en este mundo excepto que estés aquí, (que estés aquí, que estés aquí) hay un momento que he estado persiguiendo y al final lo atrapé en este lugar...(en este lugar, en este lugar).- Y por un momento, me ha parecido notar su presencia, giro mi vista, y no me he equivocado, un gran nudo se forma en mi garganta. -No pares, sigue, me encanta.-se limita a decir ella mientras me sonríe. Y así lo hago, vuelvo a cerrar mis ojos y a dejarme llevar, vuelvo a ser yo por unos momentos, vuelvo a ser Kidrauhl. Exhalo un suspiro y la miro, mientras intento forzar una sonrisa. -Cariño, no hay dudas ni reservas para seguir arriesgándonos. Oh no, porque es como si llegara un ángel y me llevara al cielo, como si me llevaras al cielo, nena porque cuando me miro en tus ojos no puedo estar mejor (no quiero que te vayas, oh no, de ninguna manera). Deja que vuele la música haremos nuestro baile, trae aquí a los incrédulos, a ellos no les importa en absoluto porque esta vida es demasiado larga y este amor demasiado fuerte, así que niña, ten la seguridad de que nunca dejaré que te vayas.Es como si llegara un ángel y me llevara al cielo, (como si me llevaras al cielo, nena) porque cuando me miro en tus ojos no puedo estar mejor no quiero que te vayas, oh no, de ninguna manera. Toma mi mano, vamos a bailar, mira mis pies, sígueme, no te asustes, cariño, estoy aquí si no lo sabías esto es amor.Deja que vuele la música haremos nuestro baile, trae aquí a los incrédulos, a ellos no les importa en absoluto porque esta vida es demasiado larga y este amor demasiado fuerte, así que cariño, ten la seguridad de que nunca dejaré que te vayas. Así que no tengas miedo, no te preocupes por nada estoy aquí, a tu lado nunca dejaré que te vayas) no derramaré una lágrima, cuando me necesites estaré aquí nunca dejaré que te vayas. Oh no, oh no, nunca dejaré que te vayas, oh no, oh no, nunca dejaré que te vayas... Sus ojos se tiñeron de un color brillante, un color que llenaba a cualquier persona, no tardaron en mojarse, corrió hacia mi y me abrazó fuertemente, yo le devolví el abrazo . Solté una pequeña lágrima que no tardó en bajar por mi mejilla, hasta caer al suelo y desaparecer. Nos separamos y nos miramos a los ojos, ella acarició mi mejilla, se dio cuenta de que estaba húmeda, y antes de que pudiera articular palabra le puse mi dedo sobre sus labios. -shh- dije yo, giré mi vista hasta sus labios y no obstante no tardé en volver a enredarme en ellos, lentamente, sin prisas, me he vuelto adicto a ella, su olor, sus labios, su sonrisa, su manera tan increíble de hacerme sonreír, de hacerme feliz. Pero un viento ha venido, y se la llevará lejos, donde yo no la pueda ver, y le haré daño, y me arrepentiré toda mi vida, y sufriré y tendré que callar verdades, tendré que seguir luchando, tendré que amar en silencio, porque sí Justin, esto lo has elegido tú. -Princesa- dije cuando nos separamos, ella elevó las cejas en señal de asentimiento. -Esta noche, quiero que te pongas increíblemente preciosa, ya se que es imposible serlo más, pero, esta noche, serás una princesa-puso una cara rara, reí al ver su gesto, sentí un pinchazo, el nudo volvió a la garganta, esta noche sería la última vez, la última vez que sentiría su risa, sus labios, la última vez que sentiría sus manos rozando las mías, sería la ultima vez que oliese su olor tan especial, sería la ultima vez que me picara con sus tonterías, la ultima vez que la sentiría cerca. -¿Increíblemente preciosa?-rió-eso es imposible. -Tienes razón, dije moviendo un mechón de su pelo hasta detrás de su oreja.- No se puede ser más preciosa-dije robándole un pequeño besito. -Tonto-dijo y rió, yo forcé una pequeña sonrisa. -¿Sabes?-dijo ella- nunca te había oído tocar la guitarra, pero no me arrepiento de haberlo echo, me has echo sentir algo mágico, he recordado cuando tú no estabas a mi lado y- tragó saliva- todo era más difícil, no quiero que te vayas jamás de mi lado. Jamás- entonces sentí como todo se venía abajo, no sabía que decir, las palabras se habían esfumado, me sentía vacío, tenía ganas de dejarlo todo, de bajarme del tren de la vida, tenía ganas de correr y dejarlo todo atrás, quería volver al pasado, no quiero perderla, quiero tenerla a mi lado, quiero sonreír y que ella sea el motivo de mi sonrisa, quiero ser feliz por su causa. Quiero vivir con ella caminando de mi lado. Unos pasos de tacón se escuchaban acercarse a la habitación, ¡Selena!-dije en un susurro. Rápidamente miré al armario, le pegué un pequeño empujón, ella soltó un ¡aw bruto! -Lo siento princesa-dije en susurros y cerré la puerta del armario. -¡Justin! ¿Puedo pasar?-dijo Selena dando pequeños golpes en la puerta. -Ah, Selena, sisi claro- dije tocándome el pelo. -¿Tienes preparadas las cosas para pasado mañana? -Mmmm..sisi, claro.-dije nervioso, ella lo notó. -¿Te ocurre algo? -No no, ya sabes, lo normal. -Ah, bueno, pues si necesitas algo, estoy abajo ¿vale? -Claro, gracias Selena-dije sonriendo. -De nada cariño-se acercó a mi y me besó cerca de los labios, me tensé y cerré los ojos, rápidamente miré hacia el armario. -Que raro estás hoy-rió- bueno, me voy.-dijo haciendo un gesto con la mano. -Adiós sel...
martes, 25 de octubre de 2011
Novela ·NEVER GIVE UP· Capitulo 20.
Capitulo 20
-Esto hace el juego más interesante.- Dijo y me besó apasionadamente, dulce pero a la vez salvaje, con ansias y amor, sensual y tierno, sincero y traidor, mágico y sexy. Sus labios encajaban como una pieza perfectamente, yo me dejé llevar, a pesar de todo, me gustaba jugar con fuego.
Su amiguito se acababa de despertar, lo notaba perfectamente.
-Así que quieres jugar ¿eh?-le pregunté entre sus labios. Intentando poder escapar de sus garras. Decidí jugar un poco, pero no exactamente el juego que él quería, lo iba a hacer sufrir.
-Así es.-dijo bajando sus manos hacia mi parte trasera. Aproveché que había dejado mis manos libres para así poder llevarlas hasta su pelo, haciendo movimientos sensuales mientras me besaba de una manera ilegal.
Me elevó hasta sus brazos, mis piernas rodeaban su cintura, él aún seguía agarrado de mi parte trasera, al parecer, le había gustado. Me apoyó en la puerta, aún en sus brazos y poco a poco bajó hacia mi cuello besándolo sensualmente. Yo sonreí, una gran idea se me vino a la mente, le mordí la oreja de la forma más excitante posible, él gimió y yo reí. Le di un pequeño empujoncito hasta llegar a la puerta, me bajé de sus brazos como pude, sin levantar sospechas y le cerré la puerta en las narices, dejándolo con ganas de más.
-Pero..pero...-dijo él, con una voz algo ''rara'' por así llamarla.- yo me limitaba a reír.
-Si quieres jugar, corre con tu hermana pequeña, creo que ella te puede hacer sentir mejor- dije gritando detrás de la puerta.
-Esto no se hace, te las voy a pagar.-dijo riendo detrás de la puerta.- Te ha gustado, reconócelo.
-Sí, tienes razón, me ha encantado.-dije riendo aún más mientras caminaba hacia el armario y miraba que ponerme, decidí ponerme unos pantalones blancos cortitos y un jersey de color salmón junto a unas sandalias de este mismo color.
-Venga princesa, dejame entrar, no aré nada, lo prometo.-dijo riendo dando golpes en la puerta mientras reía.
-No pienso volver a dejarte entrar hasta que tu amiguito vuelva a su posición.-dije mientras me ponía la ropa.
-Por cierto, me encanta tu ropa interior.
-¿Ah si?-dije gritando mientras entraba en el cuarto de baño, cepillándome de nuevo el pelo, ya que lo tenía alborotado.
-Sí, y también me encantan tus labios.-dijo gritando desde fuera de la habitación.
-¡JUSTIN! ¡NO LO INTENTES, NO TE VOY A DEJAR ENTRAR!-dije mientras me repasaba la raya del ojo y reía aún más fuerte.
-¡Tu lo has querido princesa!- Dijo mientras reía.
-¡Sí, yo también te quiero!- dije caminando hacia la puerta de mi habitación, mientras no paraba de reír.
Por fin se había callado, así que decidí abrir la puerta, ¿dónde estaba Justin? Miré hacia todos lados, ni rastro de él.
-¡JUUUUUUUSTIN! No me hace gracia, me voy a ir.-dije riendo. Di un pequeño paso hacia delante, mirando hacia todas las direcciones, caminé sigilosamente para que no se diera cuenta, entré en todas las habitaciones de la planta alta, ¿dónde se había metido? Decidí bajar, y justo antes de apoyar el pie en el suelo para bajar el segundo escalón noté como me cogió de la cintura. Sonreí y cerré los ojos.
-Ahora no te vas a escapar, eres mía-dijo susurrándome al oído.
Su amiguito se acababa de despertar, lo notaba perfectamente.
-Así que quieres jugar ¿eh?-le pregunté entre sus labios. Intentando poder escapar de sus garras. Decidí jugar un poco, pero no exactamente el juego que él quería, lo iba a hacer sufrir.
-Así es.-dijo bajando sus manos hacia mi parte trasera. Aproveché que había dejado mis manos libres para así poder llevarlas hasta su pelo, haciendo movimientos sensuales mientras me besaba de una manera ilegal.
Me elevó hasta sus brazos, mis piernas rodeaban su cintura, él aún seguía agarrado de mi parte trasera, al parecer, le había gustado. Me apoyó en la puerta, aún en sus brazos y poco a poco bajó hacia mi cuello besándolo sensualmente. Yo sonreí, una gran idea se me vino a la mente, le mordí la oreja de la forma más excitante posible, él gimió y yo reí. Le di un pequeño empujoncito hasta llegar a la puerta, me bajé de sus brazos como pude, sin levantar sospechas y le cerré la puerta en las narices, dejándolo con ganas de más.
-Pero..pero...-dijo él, con una voz algo ''rara'' por así llamarla.- yo me limitaba a reír.
-Si quieres jugar, corre con tu hermana pequeña, creo que ella te puede hacer sentir mejor- dije gritando detrás de la puerta.
-Esto no se hace, te las voy a pagar.-dijo riendo detrás de la puerta.- Te ha gustado, reconócelo.
-Sí, tienes razón, me ha encantado.-dije riendo aún más mientras caminaba hacia el armario y miraba que ponerme, decidí ponerme unos pantalones blancos cortitos y un jersey de color salmón junto a unas sandalias de este mismo color.
-Venga princesa, dejame entrar, no aré nada, lo prometo.-dijo riendo dando golpes en la puerta mientras reía.
-No pienso volver a dejarte entrar hasta que tu amiguito vuelva a su posición.-dije mientras me ponía la ropa.
-Por cierto, me encanta tu ropa interior.
-¿Ah si?-dije gritando mientras entraba en el cuarto de baño, cepillándome de nuevo el pelo, ya que lo tenía alborotado.
-Sí, y también me encantan tus labios.-dijo gritando desde fuera de la habitación.
-¡JUSTIN! ¡NO LO INTENTES, NO TE VOY A DEJAR ENTRAR!-dije mientras me repasaba la raya del ojo y reía aún más fuerte.
-¡Tu lo has querido princesa!- Dijo mientras reía.
-¡Sí, yo también te quiero!- dije caminando hacia la puerta de mi habitación, mientras no paraba de reír.
Por fin se había callado, así que decidí abrir la puerta, ¿dónde estaba Justin? Miré hacia todos lados, ni rastro de él.
-¡JUUUUUUUSTIN! No me hace gracia, me voy a ir.-dije riendo. Di un pequeño paso hacia delante, mirando hacia todas las direcciones, caminé sigilosamente para que no se diera cuenta, entré en todas las habitaciones de la planta alta, ¿dónde se había metido? Decidí bajar, y justo antes de apoyar el pie en el suelo para bajar el segundo escalón noté como me cogió de la cintura. Sonreí y cerré los ojos.
-Ahora no te vas a escapar, eres mía-dijo susurrándome al oído.
_________FLASHBACK___________
-¿Lo sientes?-dijo mientras situaba mi mano justo en el corazón, que latía fuertemente.
Afirmé con la cabeza, con los ojos cerrados.
-Tengo sentimientos, tengo corazón, tengo sangre, no soy un muñeco al que todo el mundo puede manejar, las cosas me duelen, nunca latió así, ¿me puedes explicar por qué ahora si? Te puedo asegurar que no eres una más, no me recorro toda la ciudad en busca de una chica, tampoco pondría en riesgo mi carrera porque nos han hecho una foto por una chica cualquiera, NO, -dijo mirándome a los ojos- No eres cualquiera.
___________FIN DEL FLASHBACK_____
-¿Lo sientes?-dijo mientras situaba mi mano justo en el corazón, que latía fuertemente.
Afirmé con la cabeza, con los ojos cerrados.
-Tengo sentimientos, tengo corazón, tengo sangre, no soy un muñeco al que todo el mundo puede manejar, las cosas me duelen, nunca latió así, ¿me puedes explicar por qué ahora si? Te puedo asegurar que no eres una más, no me recorro toda la ciudad en busca de una chica, tampoco pondría en riesgo mi carrera porque nos han hecho una foto por una chica cualquiera, NO, -dijo mirándome a los ojos- No eres cualquiera.
___________FIN DEL FLASHBACK_____
Volví a sonreír aún más, en este momento podría decir que soy feliz, nunca he sentido esto, nunca he tenido una persona que supiera picarme, nunca he sabido lo que significa sonreír con razones, alguien que incluso cuando no tengas ganas ni de salir con una sola llamada haga que tengas ganas de comerte el mundo, alguien que te haga princesa de su cuento, alguien que te diga que estás preciosa aun así cuando no lo estés, alguien que te abrace por detrás y te susurre:
-Te amo princesa.-me volvió a susurrar en el oído.
A esto me refiero, me refiero a alguien que te haga sentir miles de mariposas en el estómago, alguien que te siga cuando empiezas a correr, alguien que te alegre los días más amargos, hablo de que vea tus errores y sepa aceptarlos.
-Te amo princesa.-me volvió a susurrar en el oído.
A esto me refiero, me refiero a alguien que te haga sentir miles de mariposas en el estómago, alguien que te siga cuando empiezas a correr, alguien que te alegre los días más amargos, hablo de que vea tus errores y sepa aceptarlos.
-¿No hablas?- volvió a decir.
-¿Sabes? A veces pienso que esto no es real, a veces pienso que algún día todo esto acabará, que volveré a hacerme daño, Justin, ¿estoy soñando verdad?-dije dando una pequeña vuelta, mirándole a los ojos.
Él puso sus manos en mis mejillas y se fue acercando poco a poco a mi, dando paso a un beso precioso, un beso de verdad, un beso que es capaz de hacer mirar la realidad con otros ojos, un beso que hace que me eleve al cielo y vuele con los ojos cerrados, un beso que hace que hable sin voz, que oiga sin oídos, un beso que hace que ame con solo un corazón.
-¿Sigues soñando?- dijo mirando a mis ojos.
-Espero seguir soñando por muchos años.-dije sonriendo, dándole un pequeño besito en los labios. Él sonrió. Cogí su mano y tiré de ella bajando de las escaleras. Justo debajo de las escaleras, se encontraba una puertecita que daba a un pequeño jardín al que mamá le tenía mucho cariño, había un pequeño cuadrado cubierto de césped, le hice una señal a Justin para que se tumbara en él, yo hice lo mismo. Durante unos minutos mirábamos el cielo, sin descanso, mirando cada rayo de luz que desprendía el sol.
-¿Sabes princesa?- yo solo le miré y sonreí asintiendo.
-Este sitio me recuerda cuando era pequeño, me recuerda a mi antigua casa, la casa en la que ocurrieron millones de cosas, la casa donde aprendí a luchar, la casa donde aprendí a contar, donde aprendí a levantarme, donde aprendí a no perder el equilibrio. -dijo suspirando, algo de dolor se reflejaba en sus ojos.
-¿Echas de menos todo aquello verdad?-
-Sí, no sabes cuanto, pero ¿sabes? No podría vivir sin ellas, sin mis fans, porque ellas son parte de mi día a día, son parte de mi vida, son las que hacen que luche aún más, son ellas, son increíbles.
-Son las mejores personas del mundo, deben estar muy orgullosa de tí.
-En cambio.. me gustaría por unas horas volver a ser yo, volver a ser..-no lo dejé terminar, respondí yo.
-Volver a ser Kidrauhl.-dije yo, perdida en el cielo, él me miró , sus ojos desprendían muchísimo brillo, un brillo especial, el único brillo que podía hacer que me sintiera realmente bien, el único brillo que podía hacer que sonría.
-¿Sabes? A veces pienso que esto no es real, a veces pienso que algún día todo esto acabará, que volveré a hacerme daño, Justin, ¿estoy soñando verdad?-dije dando una pequeña vuelta, mirándole a los ojos.
Él puso sus manos en mis mejillas y se fue acercando poco a poco a mi, dando paso a un beso precioso, un beso de verdad, un beso que es capaz de hacer mirar la realidad con otros ojos, un beso que hace que me eleve al cielo y vuele con los ojos cerrados, un beso que hace que hable sin voz, que oiga sin oídos, un beso que hace que ame con solo un corazón.
-¿Sigues soñando?- dijo mirando a mis ojos.
-Espero seguir soñando por muchos años.-dije sonriendo, dándole un pequeño besito en los labios. Él sonrió. Cogí su mano y tiré de ella bajando de las escaleras. Justo debajo de las escaleras, se encontraba una puertecita que daba a un pequeño jardín al que mamá le tenía mucho cariño, había un pequeño cuadrado cubierto de césped, le hice una señal a Justin para que se tumbara en él, yo hice lo mismo. Durante unos minutos mirábamos el cielo, sin descanso, mirando cada rayo de luz que desprendía el sol.
-¿Sabes princesa?- yo solo le miré y sonreí asintiendo.
-Este sitio me recuerda cuando era pequeño, me recuerda a mi antigua casa, la casa en la que ocurrieron millones de cosas, la casa donde aprendí a luchar, la casa donde aprendí a contar, donde aprendí a levantarme, donde aprendí a no perder el equilibrio. -dijo suspirando, algo de dolor se reflejaba en sus ojos.
-¿Echas de menos todo aquello verdad?-
-Sí, no sabes cuanto, pero ¿sabes? No podría vivir sin ellas, sin mis fans, porque ellas son parte de mi día a día, son parte de mi vida, son las que hacen que luche aún más, son ellas, son increíbles.
-Son las mejores personas del mundo, deben estar muy orgullosa de tí.
-En cambio.. me gustaría por unas horas volver a ser yo, volver a ser..-no lo dejé terminar, respondí yo.
-Volver a ser Kidrauhl.-dije yo, perdida en el cielo, él me miró , sus ojos desprendían muchísimo brillo, un brillo especial, el único brillo que podía hacer que me sintiera realmente bien, el único brillo que podía hacer que sonría.
El cielo realmente estaba precioso, despejado, sin ninguna nube al alcance de la vista, el sol brillaba expulsando una temperatura increíble.
-Princesa-dijo él en un tono un tanto.. ¿raro, extraño, preocupado, indeciso?-Bueno.. nada nada.-dijo moviendo la cabeza en señal de negación.
-Justin,... ¿qué querías decir?-dije agarrando su mano.
-No, no me hagas caso, hoy estoy algo... ya sabes.. algo pensativo...y quería..ya sabes.. saber... porque...
-¡JUSTIN!-dije riendo- al grano, sea lo que sea, te escucharé y te ayudaré, lo sabes.
-Pues que, me gustaría saber cosas sobre tí, pero no quiero que te sientas mal cuando hablamos.. de eso-dijo tocando su pelo, señal de que está nervioso.
-Ah... eso-dije evitando que mi rostro cambiase, intentando forzar una pequeña sonrisa e intentar hablar sin soltar una lágrima.- Pues verás, -dije apretándole la mano fuertemente- hace unos años, yo vivía en Sevilla, una ciudad de España. Todo era perfecto, hasta que empecé el instituto, en mi familia, nada iba bien, a mi madre le detectaron una enfermedad maligna, a principios todos estábamos mal, yo simulaba estar bien, pero por dentro estaba realmente desesperanzada, solo tenía ganas de morir -dije suspirando, él me miraba a los ojos, apretando fuertemente mi mano, de vez en cuando una lágrima luchaba por salir de mis ojos, pero antes de que ninguna pudiera salir, los cerraba fuertemente- hasta que encontré el supuesto 'amor adolescente' pero solo resultó ser, una esperanza menos, sentimientos rotos y más dolor para mí, cuando creía que lo había medio 'superado todo', nos anuncian que nos tendríamos que vivir aquí para poder rehabilitar a mi madre de la enfermedad, al principio me lo tomé como una mala noticia, pero fueron pasando los días y en realidad, allí nada eran buenos recuerdos, en poco tiempo mi vida dio un giro de 360 grados, dando paso a una vida pésima, sin ilusiones ni sonrisas, solo existían las pesadillas y las lágrimas. Entonces...-dije suspirando- una tarde, estaba encerrada en mi cuarto como de costumbre, leyendo un libro, mi madre gritó mi nombre, solo sabía dar gritos mientras lloraba, yo bajé llorando también, sin saber que sucedía, ella estaba tirada en el suelo junto a su teléfono móvil, solo cogí el teléfono, alguien me dijo que me calmase, que mi padre había fallecido en un accidente de coche, mi madre seguía llorando mientras gritaba y tiraba de mi, todo se volvió negro, solo veía una imagen, todo lo veía borroso, yo cerré los ojos, tiré el móvil al suelo, empecé a gritar de la rabia y desde ahí, no recuerdo nada más, solo recuerdo que me levanté en un hospital, sin nadie a mi alrededor, solo una señora a la que no conocía de nada, volví a recordar lo sucedido, volví a darme cuenta, que mi padre ya no estaba a mi lado, que ya, nada volvería a ser como antes, empecé a llorar, a tirar de aquellos malditos cables que estaban aferrados a mi, empecé a correr mientras me perdía por aquel gran edificio mientras millones de recuerdos paseaban por mi mente, mientras su presencia se hacía parte de mi, empecé a golpear la pared, derrumbándome. ¿Y sabes? Anduve sola durante meses, mi madre no levantaba cabeza, yo mientras tenía que forzar una maldita sonrisa para que ella no decayera, para poder luchar con su enfermedad, cuando por dentro me sentía vacía, sin nada, me sentía sola y asquerosa, tenía miedo, miedo de no saber vivir. Todos los días yo me culpaba de su muerte. Pero luché, luché por venir aquí sin nada, sin dinero, sin sonrisas, ahora la responsabilidad de mi madre, recaía sobre mí, ahora, la decisión era mía, porque lo perdí a él, pero no, no la voy a perder a ella, no voy a perder a mi madre, a la razón por la que hoy estoy aquí-dije tragando saliva, mientras las lágrimas no paraban de bajar por mi mejilla, un gran nudo se formó en mi garganta, él lo notó, se acercó a mi, me limpió las lágrimas y me besó en la frente.
-Princesa-dijo él en un tono un tanto.. ¿raro, extraño, preocupado, indeciso?-Bueno.. nada nada.-dijo moviendo la cabeza en señal de negación.
-Justin,... ¿qué querías decir?-dije agarrando su mano.
-No, no me hagas caso, hoy estoy algo... ya sabes.. algo pensativo...y quería..ya sabes.. saber... porque...
-¡JUSTIN!-dije riendo- al grano, sea lo que sea, te escucharé y te ayudaré, lo sabes.
-Pues que, me gustaría saber cosas sobre tí, pero no quiero que te sientas mal cuando hablamos.. de eso-dijo tocando su pelo, señal de que está nervioso.
-Ah... eso-dije evitando que mi rostro cambiase, intentando forzar una pequeña sonrisa e intentar hablar sin soltar una lágrima.- Pues verás, -dije apretándole la mano fuertemente- hace unos años, yo vivía en Sevilla, una ciudad de España. Todo era perfecto, hasta que empecé el instituto, en mi familia, nada iba bien, a mi madre le detectaron una enfermedad maligna, a principios todos estábamos mal, yo simulaba estar bien, pero por dentro estaba realmente desesperanzada, solo tenía ganas de morir -dije suspirando, él me miraba a los ojos, apretando fuertemente mi mano, de vez en cuando una lágrima luchaba por salir de mis ojos, pero antes de que ninguna pudiera salir, los cerraba fuertemente- hasta que encontré el supuesto 'amor adolescente' pero solo resultó ser, una esperanza menos, sentimientos rotos y más dolor para mí, cuando creía que lo había medio 'superado todo', nos anuncian que nos tendríamos que vivir aquí para poder rehabilitar a mi madre de la enfermedad, al principio me lo tomé como una mala noticia, pero fueron pasando los días y en realidad, allí nada eran buenos recuerdos, en poco tiempo mi vida dio un giro de 360 grados, dando paso a una vida pésima, sin ilusiones ni sonrisas, solo existían las pesadillas y las lágrimas. Entonces...-dije suspirando- una tarde, estaba encerrada en mi cuarto como de costumbre, leyendo un libro, mi madre gritó mi nombre, solo sabía dar gritos mientras lloraba, yo bajé llorando también, sin saber que sucedía, ella estaba tirada en el suelo junto a su teléfono móvil, solo cogí el teléfono, alguien me dijo que me calmase, que mi padre había fallecido en un accidente de coche, mi madre seguía llorando mientras gritaba y tiraba de mi, todo se volvió negro, solo veía una imagen, todo lo veía borroso, yo cerré los ojos, tiré el móvil al suelo, empecé a gritar de la rabia y desde ahí, no recuerdo nada más, solo recuerdo que me levanté en un hospital, sin nadie a mi alrededor, solo una señora a la que no conocía de nada, volví a recordar lo sucedido, volví a darme cuenta, que mi padre ya no estaba a mi lado, que ya, nada volvería a ser como antes, empecé a llorar, a tirar de aquellos malditos cables que estaban aferrados a mi, empecé a correr mientras me perdía por aquel gran edificio mientras millones de recuerdos paseaban por mi mente, mientras su presencia se hacía parte de mi, empecé a golpear la pared, derrumbándome. ¿Y sabes? Anduve sola durante meses, mi madre no levantaba cabeza, yo mientras tenía que forzar una maldita sonrisa para que ella no decayera, para poder luchar con su enfermedad, cuando por dentro me sentía vacía, sin nada, me sentía sola y asquerosa, tenía miedo, miedo de no saber vivir. Todos los días yo me culpaba de su muerte. Pero luché, luché por venir aquí sin nada, sin dinero, sin sonrisas, ahora la responsabilidad de mi madre, recaía sobre mí, ahora, la decisión era mía, porque lo perdí a él, pero no, no la voy a perder a ella, no voy a perder a mi madre, a la razón por la que hoy estoy aquí-dije tragando saliva, mientras las lágrimas no paraban de bajar por mi mejilla, un gran nudo se formó en mi garganta, él lo notó, se acercó a mi, me limpió las lágrimas y me besó en la frente.
-Tranquila princesa, no volverá a pasar nada más-dijo abrazándome- yo estaré a tu lado siempre, ¿me escuchas? Siempre.
_______________NARRA JUSTIN_____________
_______________NARRA JUSTIN_____________
-Tranquila princesa, no volverá a pasar nada más-dije abrazándola lo más fuerte que pude -yo estaré a tu lado siempre, ¿me escuchas? Siempre.
Y así nos llevamos más de 5 minutos, abrazados, de la manera más sincera que dos personas se puedan abrazar, en silencio, escuchando su respiración agitada, escuchando su débil corazón palpitar rápido, escuchar los gritos de aquel día. De cierto modo, me siento culpable por no haber luchado con ella, por no haber caminado junto a ella, por no haberla levantado. Las personas somos un libro, depende de la fuerza de tus palabras podrás llegar al corazón de las personas o no, depende de la confianza que le regales a esa persona.
Poco a poco, nos tiramos de nuevo en el césped, ella estaba sobre mi pecho, mientras me apretaba fuertemente la mano.
Y así nos llevamos más de 5 minutos, abrazados, de la manera más sincera que dos personas se puedan abrazar, en silencio, escuchando su respiración agitada, escuchando su débil corazón palpitar rápido, escuchar los gritos de aquel día. De cierto modo, me siento culpable por no haber luchado con ella, por no haber caminado junto a ella, por no haberla levantado. Las personas somos un libro, depende de la fuerza de tus palabras podrás llegar al corazón de las personas o no, depende de la confianza que le regales a esa persona.
Poco a poco, nos tiramos de nuevo en el césped, ella estaba sobre mi pecho, mientras me apretaba fuertemente la mano.
(Dale al PLAY→ http://www.youtube.com/watch?v=tg00YEETFzg&feature=mfu_in_order&list=UL ) (Si no te aparece el vídeo y quieres escuchar mientras lee, busca en You Tube: Rihanna - We Found Love (Official Video) ft. Calvin Harris)
-Princesa- rompí esta vez yo el silencio.-no te muevas de aquí, ya vuelvo.
Y no dijo nada, así hizo, yo me levanté y caminé hacia fuera de la casa, abrí el asiento de la moto, y saqué un pañuelo negro, volví a cerrar y entré en la casa.
-Princesa-ella giró su vista e hizo un gesto raro mirando el pañuelo.
-¿Para qué es eso?- dijo sonriendo como siempre lo hace, dejándome atontado.
-Confía en mi.-dije rodeando mis manos sobre su cara, poniendo el pañuelo justo sobre sus ojos, impidiendo que pudiese ver nada.
-¿Ves?- dije pasando mis manos por delante de sus ojos.
-Nada de nada-dijo ella sonriendo, alzando sus manos para ver que tenía justo en frente.
La cogí en brazos, ella rió, caminé hasta la puerta, cogí las llaves como pude y cerré de un portazo. Ella volvió a sonreír, anduve hasta la moto, la senté sobre ella, yo me senté justo delante, puse sus brazos rodeando mi cintura.
-Princesa, agarrame muy fuerte.
-Así lo haré príncipe.-dijo poniendo apoyando su cabeza sobre mi espalda.
Yo arranqué la moto, y empecé a perderme por aquellas grandes calles.
Y no dijo nada, así hizo, yo me levanté y caminé hacia fuera de la casa, abrí el asiento de la moto, y saqué un pañuelo negro, volví a cerrar y entré en la casa.
-Princesa-ella giró su vista e hizo un gesto raro mirando el pañuelo.
-¿Para qué es eso?- dijo sonriendo como siempre lo hace, dejándome atontado.
-Confía en mi.-dije rodeando mis manos sobre su cara, poniendo el pañuelo justo sobre sus ojos, impidiendo que pudiese ver nada.
-¿Ves?- dije pasando mis manos por delante de sus ojos.
-Nada de nada-dijo ella sonriendo, alzando sus manos para ver que tenía justo en frente.
La cogí en brazos, ella rió, caminé hasta la puerta, cogí las llaves como pude y cerré de un portazo. Ella volvió a sonreír, anduve hasta la moto, la senté sobre ella, yo me senté justo delante, puse sus brazos rodeando mi cintura.
-Princesa, agarrame muy fuerte.
-Así lo haré príncipe.-dijo poniendo apoyando su cabeza sobre mi espalda.
Yo arranqué la moto, y empecé a perderme por aquellas grandes calles.
(...)(Media hora más grande)
Estaba subiendo la cuesta del monte, el aire daba en la cara, haciendo que sintiera miles de sensaciones, entre ellas libertad, podía despejarme de todo haciendo esto, normalmente lo hacía, cuando me sentía demasiado sobrecargado, triste y sobrecargado, ahora lo quería compartir con ella, con la persona más especial del mundo.
-¿Lo sientes?-dije gritando, mientras aumentaba la velocidad.
-¡Esto es increíble!-dijo gritando, mientras subíamos la cuesta y el aire rebotaba sobre su pelo. Ella, soltó sus manos de mis caderas, alzándolas al aire, yo sonreía, ella agitaba su pelo, la velocidad aumentaba, el aire también, todo era mágico, todo era increíble, la sensación de libertad era cada vez mayor.
Sentir como expulsas todos tus miedos, todos tus temores y todos tus sentimientos dañinos, sentir como en cada segundo que pasa te sientes mejor no solo contigo mismo, sino con las personas que te rodean también, sentir como todos tus malos momentos poco a poco desaparecen para dar paso a los buenos, sentir la palabra 'amor' con todas sus letras.
Estaba subiendo la cuesta del monte, el aire daba en la cara, haciendo que sintiera miles de sensaciones, entre ellas libertad, podía despejarme de todo haciendo esto, normalmente lo hacía, cuando me sentía demasiado sobrecargado, triste y sobrecargado, ahora lo quería compartir con ella, con la persona más especial del mundo.
-¿Lo sientes?-dije gritando, mientras aumentaba la velocidad.
-¡Esto es increíble!-dijo gritando, mientras subíamos la cuesta y el aire rebotaba sobre su pelo. Ella, soltó sus manos de mis caderas, alzándolas al aire, yo sonreía, ella agitaba su pelo, la velocidad aumentaba, el aire también, todo era mágico, todo era increíble, la sensación de libertad era cada vez mayor.
Sentir como expulsas todos tus miedos, todos tus temores y todos tus sentimientos dañinos, sentir como en cada segundo que pasa te sientes mejor no solo contigo mismo, sino con las personas que te rodean también, sentir como todos tus malos momentos poco a poco desaparecen para dar paso a los buenos, sentir la palabra 'amor' con todas sus letras.
lunes, 10 de octubre de 2011
Novela ·NEVER GIVE UP· Capitulo 19.
Capitulo 19.
CLIC, adiós corazón, hasta nunca.
¿Qué se supone que debes hacer cuando te das cuenta de que estabas ciega? ¿Qué debes hacer cuando te das cuenta que todo lo que te rodea son falsas esperanzas? ¿Qué debes hacer cuando estás apunto de estallar en rabia, dolor y lágrimas?
CLIC, adiós corazón, hasta nunca.
¿Qué se supone que debes hacer cuando te das cuenta de que estabas ciega? ¿Qué debes hacer cuando te das cuenta que todo lo que te rodea son falsas esperanzas? ¿Qué debes hacer cuando estás apunto de estallar en rabia, dolor y lágrimas?
-A..a..adiós-dije saliendo de allí lo más antes posible, ¿nunca te has sentido tan confundida que te sientes perdida? ¿nunca has sentido como poco a poco te faltaba el aire hasta el punto en el que te cuesta respirar? ¿nunca has temblado tanto que ni lo sentías? ¿nunca has sentido como todo se derrumbaba en tan solo cuestión de minutos?
-¡Venga ya __(TN)__ era de esperar! Es Justin, Justin Bieber, el ídolo de millones de niñas, aquel chico mundialmente conocido. ¿acaso pensabas que iba a ser el típico cuento de hadas que toda adolescente desea? ¿Acaso soñabas con una boda en un palacio? ¿Soñabas con un carruaje? ¿Soñabas con lo impensable? ¿Soñabas ser la única persona en su vida? No, una vez más NO, has tropezado de nuevo, pero tranquila, te levantarás, como de costumbre.
Maldita conciencia, siempre tenía razón. En estos últimos días me había limitado a pensar en nuestro cuento de hadas, solo había pensado en un futuro perfecto, sin pensar que en mi vida faltan muchas piezas, sin pensar que soy una pobre limpiadora, sin pensar, que él, en esta vida es importante.
Camino hasta encontrar una pequeña puertecita, no sé hacia donde dá, la abro sigilosamente, hay unas escaleras, las subo poco a poco, escalón a escalón, lágrima por lágrima, silencio por silencio. Todo está oscuro, puedo distinguir una pequeña ventanita, mis ojos no me dejan ver mucho, están completamente empapados.
Soy esa clase de persona a la que nada le sale bien, no tengo el cuerpo más lindo, tampoco tengo la sonrisa más bonita, soy de esa clase de personas que se ilusionan fácilmente y esa clase de personas a las que engañan con tan solo mirarlas a los ojos. Realmente, no estoy así por Selena ni Justin, estoy así, porque mi vida es una camino de obstáculos, obstáculos y solo eso. Cuando menos me lo espero, cuando menos lo imagino, vuelvo a tropezar, vuelvo a derrumbarme y todo junto a mi.
Antes de subir el último escalón tropiezo con algún objeto que anda por allí, perfecto, ahora no solo estoy mal por dentro, también lo estoy por fuera. Estoy tirada en el suelo, hay millones de virutas de polvo a mi alrededor, una pequeña ventanita hace que algo de claridad destelle en aquel gran 'desván'. Me ayudo de la pared para levantarme, una vez más, me sacudo y me limpio las lágrimas. Todo esto es raro, hay millones de baúles con candados, también hay una pequeña puertecita cerrada.
Silenciosamente camino en dirección derecha por la gran habitación, un CRASH, hace que me de la vuelta, 'no es nada __(TN)__ solo son pájaros en el techo de la casa' de nuevo escucho un CRASH, y mi miedo aumenta, me asusto y ando en dirección contraria, intentando no hacer ruido, mirando hacia todas las direcciones, aprieto los manos y otro CRASH, hace que cierre los ojos. Comienzo a andar de nuevo, pero algo me detiene, mi corazón va muy ligero, no es ningún objeto en el suelo, es una persona que me acaba de coger la mano, haciendo que me detenga, me giro para ver su cara, antes de que pudiese ver nada me tapa la boca con su mano, rápidamente su olor se introduce en mi nariz, dando paso a saber que era él, de nuevo, me da la vuelta en seco pero no me quita la mano de la boca, a pesar de la oscuridad puedo ver sus ojos color caramelo dulce, puedo notar su corazón que va también rápido. Me atrae hacia él, haciendo que estemos a 3 centímetros. Puedo ver como sus ojos se cristalizan, está nervioso, me abraza fuertemente, haciendo que me sienta segura de mí misma, haciendo que todas mis pesadillas abandonen mi cuerpo, haciendo que me sienta yo, solo yo.
-Gracias- me susurra al oído.-
-¿Gracias?- dije esta vez yo en un pequeño susurro. Él me cogió de la barbilla haciendo que lo mirara a los ojos.
-Sí princesa, gracias.
Se acercó más aún, nuestros labios empezaron a rozarse, empezaron a moverse al unísono, besándome de la manera más especial que nadie lo puede hacer, un beso sin lengua, lento, tranquilo, sin prisas, el beso más sincero que nadie puede dar, el beso más perfecto que nadie pueda recibir. Un beso, aunque parezca mentira, cuesta describirlo, principalmente porque los besos se sienten.
Nos separamos y me volvió a abrazar, minutos más tardes, nos separamos y me besó en la frente de la manera más dulce, con los ojos llenos de brillo e ilusión.
-Corre anda, que se van a preocupar por ti.
-¿Qué ora es?- dije y le pegué un pequeño besito fugaz y sonoro en los labios.
-Las doce princesa, debe ir a su palacio.
-Idiota- reí y antes de irme, le di otro pequeño besito sonoro- ¡hasta ahora mi principe!
-Ey princesa.
-¿Ajá?
-Te quiero, no lo olvides.
-Te amo, tampoco lo olvides.- dije esto y anduve hacia la puerta, andando con cuidado y ayudándome con la poca luz que venía de la ventanita.
(…..........)
--------19:00 AM--------
Salgo de la ducha, alcanzo el albornoz y me lo pongo, me cepillo el pelo, salgo del baño y me dirijo a mi cuarto, antes de entrar mamá me llama.
-¡¿Qué maaaaaaaa?!
-Cariño, voy a salir un rato-dijo sonriéndome- volveré sobre las 11 o así ¿vale?- la cena está dentro del horno. Ten cuidado con lo que haces, si necesitas llámame.
-Claro mamá, ten cuidado, y eso ¿con quién vas, eh? -Dije riendo.
-Ay pues verás hija, el doctor me ha invitado a cenar y pues..
-No seas tonta, ve y pásatelo bien, no te preocupes por mi, estaré bien.-Dije bajando, dándole un beso en la frente.-vas lindísima. ¡Suerte!
-Gracias mi niña, te quiero mucho. Si pasa algo, llámame.- Dijo y cerró la puerta.
Yo suspiré y me senté en el sillón de un salto, de nuevo él se me vino a la mente, como una estrella fugaz. Mi móvil empezó a parpadear.
-¡Venga ya __(TN)__ era de esperar! Es Justin, Justin Bieber, el ídolo de millones de niñas, aquel chico mundialmente conocido. ¿acaso pensabas que iba a ser el típico cuento de hadas que toda adolescente desea? ¿Acaso soñabas con una boda en un palacio? ¿Soñabas con un carruaje? ¿Soñabas con lo impensable? ¿Soñabas ser la única persona en su vida? No, una vez más NO, has tropezado de nuevo, pero tranquila, te levantarás, como de costumbre.
Maldita conciencia, siempre tenía razón. En estos últimos días me había limitado a pensar en nuestro cuento de hadas, solo había pensado en un futuro perfecto, sin pensar que en mi vida faltan muchas piezas, sin pensar que soy una pobre limpiadora, sin pensar, que él, en esta vida es importante.
Camino hasta encontrar una pequeña puertecita, no sé hacia donde dá, la abro sigilosamente, hay unas escaleras, las subo poco a poco, escalón a escalón, lágrima por lágrima, silencio por silencio. Todo está oscuro, puedo distinguir una pequeña ventanita, mis ojos no me dejan ver mucho, están completamente empapados.
Soy esa clase de persona a la que nada le sale bien, no tengo el cuerpo más lindo, tampoco tengo la sonrisa más bonita, soy de esa clase de personas que se ilusionan fácilmente y esa clase de personas a las que engañan con tan solo mirarlas a los ojos. Realmente, no estoy así por Selena ni Justin, estoy así, porque mi vida es una camino de obstáculos, obstáculos y solo eso. Cuando menos me lo espero, cuando menos lo imagino, vuelvo a tropezar, vuelvo a derrumbarme y todo junto a mi.
Antes de subir el último escalón tropiezo con algún objeto que anda por allí, perfecto, ahora no solo estoy mal por dentro, también lo estoy por fuera. Estoy tirada en el suelo, hay millones de virutas de polvo a mi alrededor, una pequeña ventanita hace que algo de claridad destelle en aquel gran 'desván'. Me ayudo de la pared para levantarme, una vez más, me sacudo y me limpio las lágrimas. Todo esto es raro, hay millones de baúles con candados, también hay una pequeña puertecita cerrada.
Silenciosamente camino en dirección derecha por la gran habitación, un CRASH, hace que me de la vuelta, 'no es nada __(TN)__ solo son pájaros en el techo de la casa' de nuevo escucho un CRASH, y mi miedo aumenta, me asusto y ando en dirección contraria, intentando no hacer ruido, mirando hacia todas las direcciones, aprieto los manos y otro CRASH, hace que cierre los ojos. Comienzo a andar de nuevo, pero algo me detiene, mi corazón va muy ligero, no es ningún objeto en el suelo, es una persona que me acaba de coger la mano, haciendo que me detenga, me giro para ver su cara, antes de que pudiese ver nada me tapa la boca con su mano, rápidamente su olor se introduce en mi nariz, dando paso a saber que era él, de nuevo, me da la vuelta en seco pero no me quita la mano de la boca, a pesar de la oscuridad puedo ver sus ojos color caramelo dulce, puedo notar su corazón que va también rápido. Me atrae hacia él, haciendo que estemos a 3 centímetros. Puedo ver como sus ojos se cristalizan, está nervioso, me abraza fuertemente, haciendo que me sienta segura de mí misma, haciendo que todas mis pesadillas abandonen mi cuerpo, haciendo que me sienta yo, solo yo.
-Gracias- me susurra al oído.-
-¿Gracias?- dije esta vez yo en un pequeño susurro. Él me cogió de la barbilla haciendo que lo mirara a los ojos.
-Sí princesa, gracias.
Se acercó más aún, nuestros labios empezaron a rozarse, empezaron a moverse al unísono, besándome de la manera más especial que nadie lo puede hacer, un beso sin lengua, lento, tranquilo, sin prisas, el beso más sincero que nadie puede dar, el beso más perfecto que nadie pueda recibir. Un beso, aunque parezca mentira, cuesta describirlo, principalmente porque los besos se sienten.
Nos separamos y me volvió a abrazar, minutos más tardes, nos separamos y me besó en la frente de la manera más dulce, con los ojos llenos de brillo e ilusión.
-Corre anda, que se van a preocupar por ti.
-¿Qué ora es?- dije y le pegué un pequeño besito fugaz y sonoro en los labios.
-Las doce princesa, debe ir a su palacio.
-Idiota- reí y antes de irme, le di otro pequeño besito sonoro- ¡hasta ahora mi principe!
-Ey princesa.
-¿Ajá?
-Te quiero, no lo olvides.
-Te amo, tampoco lo olvides.- dije esto y anduve hacia la puerta, andando con cuidado y ayudándome con la poca luz que venía de la ventanita.
(…..........)
--------19:00 AM--------
Salgo de la ducha, alcanzo el albornoz y me lo pongo, me cepillo el pelo, salgo del baño y me dirijo a mi cuarto, antes de entrar mamá me llama.
-¡¿Qué maaaaaaaa?!
-Cariño, voy a salir un rato-dijo sonriéndome- volveré sobre las 11 o así ¿vale?- la cena está dentro del horno. Ten cuidado con lo que haces, si necesitas llámame.
-Claro mamá, ten cuidado, y eso ¿con quién vas, eh? -Dije riendo.
-Ay pues verás hija, el doctor me ha invitado a cenar y pues..
-No seas tonta, ve y pásatelo bien, no te preocupes por mi, estaré bien.-Dije bajando, dándole un beso en la frente.-vas lindísima. ¡Suerte!
-Gracias mi niña, te quiero mucho. Si pasa algo, llámame.- Dijo y cerró la puerta.
Yo suspiré y me senté en el sillón de un salto, de nuevo él se me vino a la mente, como una estrella fugaz. Mi móvil empezó a parpadear.
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-¿Tiene la tarde libre la princesa más bonita del mundo? - Cerrar mensaje.
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-Así es príncipe, estoy libre!- Cerrar mensaje.
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-Estaré en tu puerta dentro de media hora, te amo princesa- Cerrar mensaje.
-Estaré en tu puerta dentro de media hora, te amo princesa- Cerrar mensaje.
Subo corriendo hacia mi cuarto, aún con el albornoz puesto, lo dejo de caer en la cama, me pongo la ropa interior y me meto en el baño, empiezo a canturrear y ha hacer tonterías de niña pequeña, me cepillo el pelo y me maquillo poco, perfilador de ojos, rimmel y algo de gloss. Salgo del baño y me dirijo al ropero. Me ha parecido ver a Justin sentado en la silla, joder, pues sí que tengo imaginación. Vuelvo a mirar a la silla, pero no, no era ninguna imaginación, estaba Justin, bueno, Justin y su baba formando un gran río.
-¡¡¿Qué haces aquí?!!- dije corriendo para situarme detrás de la puerta, para poder taparme aunque sea algo.
-Te ves linda así- dijo levantandose de la silla, dirigiéndose hacia mí con una sonrisa picarona.
-Justin, ni te muevas de tu sitio.- dije señalándole y riendo.
-Demasiado tarde-dijo riendo, poco a poco se acercaba más, intenté cerrar la puerta. Pero sí, era demasiado tarde, Justin había puesto el pie sobre el marco y la puerta y como es de saber, tiene más fuerza que yo.
-¡Justin! ¡Fuera de aquí!- dije andando hacia atrás, intentando tapar con mis manos mi ropa interior.-¿Cómo has entrado aquí?
-Princesa, la próxima vez no dejes el balcón abierto.-dijo riendo aún más, acercándose poco a poco más a mi, mientras yo caminaba hacia atrás.
-Justin, ni se te ocurra.-dije riéndo.
-¿No me vas a dar mi besito?- dijo a menos de un metro de mi.
-En estas circunstancias NO- dije escupiendo la última palabra.
-Me encantas así, estas tan...
-Calla Justin!-dije riendo aún más.
-¿Quieres tu beso?- dije sonriendo pícaramente. Él asintió con cara de interesante. Me acerqué a él, tiré de su camisa sensualmente, y antes de que pudiera hacer nada le di una pequeña patada en su ''amiguito''.
-¡AW!- gritó él, yo aproveché y salí a correr, pero como siempre me alcanzó y no me perguntéis como porque yo tampoco lo sé.
-Tu juego no ha servido de nada-dijo susurrándome sensualmente en el oído.
-Justin, estás jugando con fuego.-dije riendo, él rió también.
-A veces apetece jugar a ser niños malos ¿jugamos?
-Justin, las hormonas dominan- hizo oídos sordos, porque me dio media vuelta y me situó justo en la pared, sujetándome las manos.
-Recuerda que estoy en ropa interior.- me miró de arriba a abajo y sonrió.
-Esto hace el juego más interesante.- Dijo y me besó apasionadamente, dulce pero a la vez salvaje, con ansias y amor, sensual y tierno, sincero y traidor, mágico y sexy. Sus labios encajaban como una pieza perfectamente, yo me dejé llevar, a pesar de todo, me gustaba jugar con fuego.
-¡¡¿Qué haces aquí?!!- dije corriendo para situarme detrás de la puerta, para poder taparme aunque sea algo.
-Te ves linda así- dijo levantandose de la silla, dirigiéndose hacia mí con una sonrisa picarona.
-Justin, ni te muevas de tu sitio.- dije señalándole y riendo.
-Demasiado tarde-dijo riendo, poco a poco se acercaba más, intenté cerrar la puerta. Pero sí, era demasiado tarde, Justin había puesto el pie sobre el marco y la puerta y como es de saber, tiene más fuerza que yo.
-¡Justin! ¡Fuera de aquí!- dije andando hacia atrás, intentando tapar con mis manos mi ropa interior.-¿Cómo has entrado aquí?
-Princesa, la próxima vez no dejes el balcón abierto.-dijo riendo aún más, acercándose poco a poco más a mi, mientras yo caminaba hacia atrás.
-Justin, ni se te ocurra.-dije riéndo.
-¿No me vas a dar mi besito?- dijo a menos de un metro de mi.
-En estas circunstancias NO- dije escupiendo la última palabra.
-Me encantas así, estas tan...
-Calla Justin!-dije riendo aún más.
-¿Quieres tu beso?- dije sonriendo pícaramente. Él asintió con cara de interesante. Me acerqué a él, tiré de su camisa sensualmente, y antes de que pudiera hacer nada le di una pequeña patada en su ''amiguito''.
-¡AW!- gritó él, yo aproveché y salí a correr, pero como siempre me alcanzó y no me perguntéis como porque yo tampoco lo sé.
-Tu juego no ha servido de nada-dijo susurrándome sensualmente en el oído.
-Justin, estás jugando con fuego.-dije riendo, él rió también.
-A veces apetece jugar a ser niños malos ¿jugamos?
-Justin, las hormonas dominan- hizo oídos sordos, porque me dio media vuelta y me situó justo en la pared, sujetándome las manos.
-Recuerda que estoy en ropa interior.- me miró de arriba a abajo y sonrió.
-Esto hace el juego más interesante.- Dijo y me besó apasionadamente, dulce pero a la vez salvaje, con ansias y amor, sensual y tierno, sincero y traidor, mágico y sexy. Sus labios encajaban como una pieza perfectamente, yo me dejé llevar, a pesar de todo, me gustaba jugar con fuego.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Novela ·NEVER GIVE UP· Capitulo 18.
Capitulo 18.
Mientras miro unas nueve veces el mensaje, huelo a quemado. No podía ser, todo me salía mal, se me estaba quemando la cena. Mientras tiro el móvil en la mesa, corro hacía la sandwichera, demasiado tarde, lo que sería mi cena se ha convertido en una especie de pequeño trozo de carbón y no precisamente del dulce.
-Cariño, ya llegué.-escucho a mamá dejar las llaves en la mesita.-¿qué pasa?-dijo oliendo a quemado.
-Pues que a tu hija no se le ha ocurrido otra cosa que despistarse mientras hacía la cena.-dije recogiendo todo aquello, después de todo, tampoco estaba tan quemado, así que decidí comermelo. Me lo llevé hacía el salón, me senté y empecé a hablar con mamá.
-Bueno cielo, ¿y qué tal el día de hoy? Has estado todo el día fuera, ¿te lo has pasado bien? ¿Qué personas te acompañaron? ¿tuviste cuidado verdad?- Sí esta es mi madre, es del tipo de personas que te preguntan 109 cosas a la vez y cuando le estás respondiendo te preguntan otras 109, de esas personas que te dan consejos que no vienen a cuento, mi madre es de esas personas, que sabe como guiarme en esta vida, que sabe ayudarme a levantar, aunque en este caso, soy yo la que la tendría que ayudar.
-Pues muy bien má, si, me lo he pasado muy bien, fui con... -pensé rápido- con Karol y sus amigas y amigos, ya sabes un día juntos, claro mamá, tuve muchísimo cuidado. Y bueno, ¿qué tal te fue a ti?-dije mientras le pegaba el último bocado al sandwich y buscaba algo interesante en la tele.
-Nada cielo, el médico es muy agradable, dice que voy mejorando pero bueno, tengo que ir siguiendo a rehabilitación.
Mientras miro unas nueve veces el mensaje, huelo a quemado. No podía ser, todo me salía mal, se me estaba quemando la cena. Mientras tiro el móvil en la mesa, corro hacía la sandwichera, demasiado tarde, lo que sería mi cena se ha convertido en una especie de pequeño trozo de carbón y no precisamente del dulce.
-Cariño, ya llegué.-escucho a mamá dejar las llaves en la mesita.-¿qué pasa?-dijo oliendo a quemado.
-Pues que a tu hija no se le ha ocurrido otra cosa que despistarse mientras hacía la cena.-dije recogiendo todo aquello, después de todo, tampoco estaba tan quemado, así que decidí comermelo. Me lo llevé hacía el salón, me senté y empecé a hablar con mamá.
-Bueno cielo, ¿y qué tal el día de hoy? Has estado todo el día fuera, ¿te lo has pasado bien? ¿Qué personas te acompañaron? ¿tuviste cuidado verdad?- Sí esta es mi madre, es del tipo de personas que te preguntan 109 cosas a la vez y cuando le estás respondiendo te preguntan otras 109, de esas personas que te dan consejos que no vienen a cuento, mi madre es de esas personas, que sabe como guiarme en esta vida, que sabe ayudarme a levantar, aunque en este caso, soy yo la que la tendría que ayudar.
-Pues muy bien má, si, me lo he pasado muy bien, fui con... -pensé rápido- con Karol y sus amigas y amigos, ya sabes un día juntos, claro mamá, tuve muchísimo cuidado. Y bueno, ¿qué tal te fue a ti?-dije mientras le pegaba el último bocado al sandwich y buscaba algo interesante en la tele.
-Nada cielo, el médico es muy agradable, dice que voy mejorando pero bueno, tengo que ir siguiendo a rehabilitación.
_________NARRA JUSTIN____________
Miedo, así se podría definir, más que nada, porque estoy jugando con fuego, estoy derrumbando todas las montañas que un día construir y lo peor de todo, que las estoy derrumbando a la vez que derrumbo los sentimientos de personas. ¿Qué haces Justin? Repite mil veces mi mente. No sé, no sé que hago, solo sé que que ahora mismo estoy perdido en mi mundo, estoy perdido en la oscuridad y que solo escucho el tic tac del reloj, haciendo que pases los minutos pasar, pensando aquí, como un idiota, en una habitación de cuatro paredes. Puede parecer absurdo, pero en estos momento me siento un auténtico idiota, un auténtico canalla, me siento un auténtico niñato. Tengo miedo, tengo miedo de que esa persona entre mi vida, entre y todo se haga difícil, tengo miedo de que tenga que elegir y se equivoque de elección, tengo miedo de fracasar en el amor, tengo miedo de que se vaya y no vuelva, de no ser yo lo suficiente para ella, mi mundo, este mundo, no está echo para todas las personas, y es que hay veces que tendré que elegir entre si sufrir o sufrir, y no tendré otra elección.
-Justin, ¿me estás escuchando?-dice ella, con una voz algo seca.
-Sí sí, lo siento, ¿qué dijiste?
-Dije que tienes 17 años, que tienes que mirar el presente, ¿qué haces? ¿qué estas haciendo? Estás tirando por los suelos todo lo que un día construiste, todo lo que un día soñaste-dijo sentándose a mi lado- Tienes todo lo que cualquiera personas podría desear, tienes salud, dinero, familia y amor. Tienes una casa donde dormir, tienes las mejores fans del mundo que te apoyarán siempre, tienes mucho Justin, no lo dejes ir, ahora solo cierra los ojos y relájate, piensa que solo estamos tu y yo, piensa que puedo hacer que sonrías por un segundo, piensa que sigues siendo Kidrauhl, aquel niño que soñaba despierto.
Miedo, así se podría definir, más que nada, porque estoy jugando con fuego, estoy derrumbando todas las montañas que un día construir y lo peor de todo, que las estoy derrumbando a la vez que derrumbo los sentimientos de personas. ¿Qué haces Justin? Repite mil veces mi mente. No sé, no sé que hago, solo sé que que ahora mismo estoy perdido en mi mundo, estoy perdido en la oscuridad y que solo escucho el tic tac del reloj, haciendo que pases los minutos pasar, pensando aquí, como un idiota, en una habitación de cuatro paredes. Puede parecer absurdo, pero en estos momento me siento un auténtico idiota, un auténtico canalla, me siento un auténtico niñato. Tengo miedo, tengo miedo de que esa persona entre mi vida, entre y todo se haga difícil, tengo miedo de que tenga que elegir y se equivoque de elección, tengo miedo de fracasar en el amor, tengo miedo de que se vaya y no vuelva, de no ser yo lo suficiente para ella, mi mundo, este mundo, no está echo para todas las personas, y es que hay veces que tendré que elegir entre si sufrir o sufrir, y no tendré otra elección.
-Justin, ¿me estás escuchando?-dice ella, con una voz algo seca.
-Sí sí, lo siento, ¿qué dijiste?
-Dije que tienes 17 años, que tienes que mirar el presente, ¿qué haces? ¿qué estas haciendo? Estás tirando por los suelos todo lo que un día construiste, todo lo que un día soñaste-dijo sentándose a mi lado- Tienes todo lo que cualquiera personas podría desear, tienes salud, dinero, familia y amor. Tienes una casa donde dormir, tienes las mejores fans del mundo que te apoyarán siempre, tienes mucho Justin, no lo dejes ir, ahora solo cierra los ojos y relájate, piensa que solo estamos tu y yo, piensa que puedo hacer que sonrías por un segundo, piensa que sigues siendo Kidrauhl, aquel niño que soñaba despierto.
Y cerré los ojos, un impulso me llevó a hacerlo, todo negro, tal y como me sentía, su cara, no salía de mi mente, mi princesa, la razón por la que hoy soy feliz, la razón por las que en estos momentos me siento incompleto. En mi mente venían imágenes de ella, millones de sonrisas acompañadas de miradas únicas, parece mentira, decidme que esto es un sueño, porque hace tan solo 2 semanas, mi vida giraba en torno a un amor ''adolescente'' algo pasajero, en cambio en estos momentos, no siento lo mismo.
Puedo notarla a tan solo 2 centímetos de mi cara, su respiración chocando con mis labios, mis ojos siguen cerrados, su imagen ella, me acerco más, poco a poco juntamos los labios, me besa lentamente jugando con mis labios, no siento lo mismo, no es ella, no es __(TN)__ sus besos son únicos, ''Justin, no es ella, no te engañes.'' En cambio lo hago, me engaño y sigo besándola, juego sucio, pero debo hacerlo, mi mente me lo dice. ''¿No sabes que no debes hacer lo que te diga la cabeza muchacho? ¿Nunca te dijeron que debes seguir al corazón?'' Puta conciencia, para ya, no me ayudas nada, debo saber lo que realmente siento, calmar mis sentimientos. ''Te estás engañando a ti, realmente sabes que le harás daño a las dos, sabrás que a quien realmente amas es a __(TN)__, piensa lo que estás haciendo'' Esa ultima frase me abre algo más los ojos, su imagen desaparece de mi cabeza, ya no está se esfumó, me separo bruscamente de Selena, lo hice mal, muy mal. Acabo de besar a la persona menos indicada.
-Lo..lo siento-dije levantándome y poniendo mis manos sobre mis ojos, necesitaba pensar, aclarar todo, así que salí de la habitación lo más antes posible, cogí mi chaqueta, me puse el gorro, abrí la puerta y cogí las las llaves de la casa, algunas gotas de agua caían.
-Justin, ¿dónde vas?-me dijo una voz dulce, Jazzy, no podría ser otra, su voz. Tiró de mi pantalón y se aferró a él.- ¡quiero ir contigo!
-Pequeña, ¿no estabas dormida? ¿y los abuelos?-dije mirando alrededor mientras la cogía en brazos y le daba un besito en la mejilla.
No contestó, me abrazó fuertemente, parece mentira como una niña de tan solo unos añitos pueda transmitir tanto, me acaba de sacar una sonrisa, acaba de hacer que olvide la razón de por la que hace 10 minutos quería desaparecer.
-No te vayas, quiero quedarme contigo.-me dijo con un pequeño pucherito.
-Jazzy, pero ¿y la abuela?
-Se quedó hablando con Jean- dijo y soltó una pequeña risita.
-Imaginaba, son inseparables.-dije riendo también.
-¿Me puedo quedar a dormir aquí contigo? Quiero que me cuentes la historia de los tres cerditos y el lobo.
-¿Quieres que te cuente de la historia de los tres cerditos?-dije haciendole cosquillas.
-Síiiiiiiiiii-dijo ella estallando en carcajadas.-la solté en el suelo y dije.
-¡El ultimo que llegue, se quedará sin pizza!- y empezó a correr, riendo a carcajadas.
Puedo notarla a tan solo 2 centímetos de mi cara, su respiración chocando con mis labios, mis ojos siguen cerrados, su imagen ella, me acerco más, poco a poco juntamos los labios, me besa lentamente jugando con mis labios, no siento lo mismo, no es ella, no es __(TN)__ sus besos son únicos, ''Justin, no es ella, no te engañes.'' En cambio lo hago, me engaño y sigo besándola, juego sucio, pero debo hacerlo, mi mente me lo dice. ''¿No sabes que no debes hacer lo que te diga la cabeza muchacho? ¿Nunca te dijeron que debes seguir al corazón?'' Puta conciencia, para ya, no me ayudas nada, debo saber lo que realmente siento, calmar mis sentimientos. ''Te estás engañando a ti, realmente sabes que le harás daño a las dos, sabrás que a quien realmente amas es a __(TN)__, piensa lo que estás haciendo'' Esa ultima frase me abre algo más los ojos, su imagen desaparece de mi cabeza, ya no está se esfumó, me separo bruscamente de Selena, lo hice mal, muy mal. Acabo de besar a la persona menos indicada.
-Lo..lo siento-dije levantándome y poniendo mis manos sobre mis ojos, necesitaba pensar, aclarar todo, así que salí de la habitación lo más antes posible, cogí mi chaqueta, me puse el gorro, abrí la puerta y cogí las las llaves de la casa, algunas gotas de agua caían.
-Justin, ¿dónde vas?-me dijo una voz dulce, Jazzy, no podría ser otra, su voz. Tiró de mi pantalón y se aferró a él.- ¡quiero ir contigo!
-Pequeña, ¿no estabas dormida? ¿y los abuelos?-dije mirando alrededor mientras la cogía en brazos y le daba un besito en la mejilla.
No contestó, me abrazó fuertemente, parece mentira como una niña de tan solo unos añitos pueda transmitir tanto, me acaba de sacar una sonrisa, acaba de hacer que olvide la razón de por la que hace 10 minutos quería desaparecer.
-No te vayas, quiero quedarme contigo.-me dijo con un pequeño pucherito.
-Jazzy, pero ¿y la abuela?
-Se quedó hablando con Jean- dijo y soltó una pequeña risita.
-Imaginaba, son inseparables.-dije riendo también.
-¿Me puedo quedar a dormir aquí contigo? Quiero que me cuentes la historia de los tres cerditos y el lobo.
-¿Quieres que te cuente de la historia de los tres cerditos?-dije haciendole cosquillas.
-Síiiiiiiiiii-dijo ella estallando en carcajadas.-la solté en el suelo y dije.
-¡El ultimo que llegue, se quedará sin pizza!- y empezó a correr, riendo a carcajadas.
_________NARRAS TÚ________
-Mi niiiñaaaaaaaaa-dijo Jean dirigiéndose a mi, dandome un beso en la mejilla.
-Jeeeean-dije abrazandola.
-¿Qué tal todo mi niña?
-Todo perfectamente perfecto-dije sonriendo, algo tímida.
-Ay mi niña, ¿y eso? Se te ve feliz y eso me alegra.
-Pues nada, todo aquí es mejor, me siento más alegre, por así decirlo.
-Si, alegre y enamorada.
-¿QUÉ?-escupí esta ultima palabra, más roja aún.- ¿Enamorada? Bah, ¿yo?.
-Ay mi niña, yo también tuve tu edad, también sonreí de esa manera.
-La flor más linda llegó!
-¡Florencio!- grité y lo abrazé rápidamente, dando las gracias interiormente por haber llegado en este momento.
-¿Qué tal todo mi flor?
-Todo muy bien, ¿y tú? Dije mientras echaba en dos vasos de agua algo de zumo, para el desayuno de Selena y Justin, mierda, volví a pensar en ellos SELENA Y JUSTIN, LA NUEVA PAREJA DEL MOMENTO. Mi sonrisa se esfumó, traté de forzar una, pero sabía que no iba a durar mucho. Flo interrumpió mis pensamientos.
-Yo como siempre.
-Ahora vengo, voy a terminar de recoger la ropa de la señorita Selena.
-Espera Jeaan, voy contigo, adiós mi linda flor.-Flo, se fue corriendo hacia Jean, parece mentira, pero se nota que el amor está presentes en ellos, se ven tan lindos.
Mientras termino de recoger todo escucho risas que vienen del salón, una niña pequeña, ¿será la del otro día? ¿la hermanita de Justin? Las voces se van acercando, me pongo nerviosa sin saber porque, intento calmarme un poco, sigo con mi trabajo, escucho algo a mi espalda, unas manos en mi cintura, me pongo más nerviosa aún, mis bellos se erizan, siento escalofríos, su olor, él, se acerca y me susurra en el oído.
-Buenos días princesa.
Conoces a miles de personas, ninguna te deja huella, pero de repente, conoces a esa persona, sin saber que esto sucedería, sin saber que te cambiaría la vida en tan solo unas semanas, te paras a ver la realidad, no ha dejado una huella, ha dejado miles, y sé que será para siempre. Tampoco sabes que esa persona te hará más fuerte, hará que luches y que recojas los pedazos de corazón que estaban esparcidos por el suelo, que luches por lo que quieres, te enseñará que si crees, puedes volar, que si sueñas, puedes tocar la luna con los pies en la tierra, esa persona te enseña que con unas palabras, puedes sonreír el resto del día.
Sueñas, sueñas hasta que alguien viene a despertarte del sueño, te obliga a ver la realidad con tus propios ojos, te pisotea todas y cada unas de las partes del corazón, haciendo que de nuevo se rompan a trozitos, te corta las alas cuando estas volando y no solo eso, hace que tengas ganas de desaparecer.
-Justin cariño, ¿qué tal hoy?- dijo ella, abrazándolo por atrás.
CLIC, adiós corazón, hasta nunca.
-Mi niiiñaaaaaaaaa-dijo Jean dirigiéndose a mi, dandome un beso en la mejilla.
-Jeeeean-dije abrazandola.
-¿Qué tal todo mi niña?
-Todo perfectamente perfecto-dije sonriendo, algo tímida.
-Ay mi niña, ¿y eso? Se te ve feliz y eso me alegra.
-Pues nada, todo aquí es mejor, me siento más alegre, por así decirlo.
-Si, alegre y enamorada.
-¿QUÉ?-escupí esta ultima palabra, más roja aún.- ¿Enamorada? Bah, ¿yo?.
-Ay mi niña, yo también tuve tu edad, también sonreí de esa manera.
-La flor más linda llegó!
-¡Florencio!- grité y lo abrazé rápidamente, dando las gracias interiormente por haber llegado en este momento.
-¿Qué tal todo mi flor?
-Todo muy bien, ¿y tú? Dije mientras echaba en dos vasos de agua algo de zumo, para el desayuno de Selena y Justin, mierda, volví a pensar en ellos SELENA Y JUSTIN, LA NUEVA PAREJA DEL MOMENTO. Mi sonrisa se esfumó, traté de forzar una, pero sabía que no iba a durar mucho. Flo interrumpió mis pensamientos.
-Yo como siempre.
-Ahora vengo, voy a terminar de recoger la ropa de la señorita Selena.
-Espera Jeaan, voy contigo, adiós mi linda flor.-Flo, se fue corriendo hacia Jean, parece mentira, pero se nota que el amor está presentes en ellos, se ven tan lindos.
Mientras termino de recoger todo escucho risas que vienen del salón, una niña pequeña, ¿será la del otro día? ¿la hermanita de Justin? Las voces se van acercando, me pongo nerviosa sin saber porque, intento calmarme un poco, sigo con mi trabajo, escucho algo a mi espalda, unas manos en mi cintura, me pongo más nerviosa aún, mis bellos se erizan, siento escalofríos, su olor, él, se acerca y me susurra en el oído.
-Buenos días princesa.
Conoces a miles de personas, ninguna te deja huella, pero de repente, conoces a esa persona, sin saber que esto sucedería, sin saber que te cambiaría la vida en tan solo unas semanas, te paras a ver la realidad, no ha dejado una huella, ha dejado miles, y sé que será para siempre. Tampoco sabes que esa persona te hará más fuerte, hará que luches y que recojas los pedazos de corazón que estaban esparcidos por el suelo, que luches por lo que quieres, te enseñará que si crees, puedes volar, que si sueñas, puedes tocar la luna con los pies en la tierra, esa persona te enseña que con unas palabras, puedes sonreír el resto del día.
Sueñas, sueñas hasta que alguien viene a despertarte del sueño, te obliga a ver la realidad con tus propios ojos, te pisotea todas y cada unas de las partes del corazón, haciendo que de nuevo se rompan a trozitos, te corta las alas cuando estas volando y no solo eso, hace que tengas ganas de desaparecer.
-Justin cariño, ¿qué tal hoy?- dijo ella, abrazándolo por atrás.
CLIC, adiós corazón, hasta nunca.
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